viernes, 4 de abril de 2008

El "perro del hortelano" contra el Perú

Inversiones en suspenso

Ricardo Sánchez-Serra

El Gobierno sabe que la mejor manera, no la única pero sí la más importante, de vencer la pobreza es promocionando las inversiones, que tienen que estar enmarcadas en la garantía de la estabilidad jurídica y la mayor confianza representa la seriedad con la que se maneja la economía peruana, que está creciendo 71 meses ininterrumpidamente.
El presidente Alan García ha expresado que el Perú no será el tigre del Asia, pero es el león de Sudamérica y considera a toda inversión, sea pequeña, mediana o grande, vital para el país, "es lo que el Perú necesita para generar trabajo y bienestar".
Hace poco, en España, el mandatario peruano ofreció a los potenciales inversores estabilidad en medio de un vecindario algo más desordenado y belicoso y aseguró que el crecimiento para este año será de "más del 7 por ciento", y una apuesta clara por la apertura de mercados.
El país tiene una legislación favorable para la inversión extranjera, que la trata como si fuera nacional, es decir, no hay diferencias, no hay trato discriminatorio. Tiene además libre reexportación de su capital y libre remesa de dividendos, etc., etc.
García ha ordenado a todo el sector estatal para que den facilidades para la inversión y, asimismo, el Gobierno está ejerciendo un liderazgo y autoridad en el país, a pesar de ciertas anécdotas como la huelga agraria y las protestas en el Cusco. El orden en el país es vital para la atracción de las inversiones extranjeras.
Los tratados de libre comercio, acuerdos de complementación económica, convenios de promoción de inversiones, las cumbres mundiales en el Perú, aseguran la inversión extranjera, generan trabajo y mejoran la situación económica. Pero, ¿cuál es el ancla por la que el Perú a pesar de que avanza, a algunos les parece que no? La actitud derrotista de algunos peruanos, sumada a la negligencia de la burocracia.
Nos acabamos de enterar, por casualidad, de dos casos que esperemos sean los únicos y no la punta del iceberg.
El perro del hortelano continúa. Tomó dos años proyectar el convenio de promoción y protección de inversiones con Austria. Pero, luego de la firma del TLC con Estados Unidos, algunos funcionarios llamaron a las autoridades austriacas para informarles que el proyecto quedaba en cero y que había que negociar otro convenio. Los austriacos están sumamente molestos porque piensan que están siendo tratados como "socios de segunda". Mientras tanto, las inversiones austriacas se están yendo a Chile.
El otro caso es el de la empresa argelina Sonatrach –que integra el Consorcio Camisea–, la cual invertiría particularmente en el Perú en los próximos dos años más de 6 mil millones de dólares. Pero, desde el 2005, con motivo de la visita del presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, está pendiente el convenio de promoción y protección de inversiones, por lo que está en compás de espera su inversión.
A estas situaciones hay que ponerles coto. ¿De qué vale que el presidente despliegue un gran esfuerzo en conseguir inversiones, si hay funcionarios que lo echan a perder?

Publicado en La Razón, de Lima-Perú, el 13 de Marzo de 2008


*Periodista. Directivo de la Asociación de Prensa Extranjera.

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