Federación de Periodistas del Perú
http://fpp.org.pe/2017/02/22/turquia-200-periodistas-en-prision-y-9-000-despedidos/
Turquía, caza de brujas a los periodistas
Ricardo Sánchez
Serra
Turquía va rumbo al
totalitarismo de manos de su presidente Recep Tayyip Erdoğan, que como si
pareciera un sultán, está exigiendo todo los poderes para sí y continúa
persiguiendo a los periodistas. Ha convertido a su país en el más grande
violador de la libertad de expresión y en la cárcel más grande de periodistas.
El autogolpe de
julio del 2016 le sirvió como pretexto para encarcelar a todos los opositores y
enviar al Parlamento una reforma que le permitirá gobernar hasta el año 2029.
Como su partido AKP tiene mayoría aplastante en ese poder, ya se aprobó, pero
irá a referendo en abril.
Entre los
principales puntos de la reforma figuran: transferir al mandatario todo el
Poder Ejecutivo, atribuciones –ahora- del primer ministro, un cargo que
desaparecerá; además, el poder nombrar y destituir a sus ministros; intervenir
directamente en el funcionamiento del Poder Judicial.
Asimismo, podrá
gobernar por decreto, sin necesidad del Parlamento y abolirlo convocando a
nuevas elecciones.
Algunos residente
turcos en Lima temen por sus vidas y estaban preocupados por las falta de
noticias de lo que ocurre en su país. Ellos pertenecen al Movimiento Gülen, que
ha sido proscrito por Erdoğan y ha perseguido y torturado a sus miembros.
Esta organización
es una corriente de pensamiento pacifista, propulsor de valores, de excelencia
en la educación e igualdad entre las etnias, respeto a la democracia y favorece
una forma de alianza entre las religiones contra el materialismo y el ateísmo.
Su líder es el insigne erudito turco Fethullah Gülen, exiliado en Estados
Unidos.
De acuerdo al
reciente informe de Reporteros Sin Fronteras, 200 periodistas se encuentran en
prisión preventiva o arresto en comisaría,
192 medios de comunicación han sido cerrados y 9.000 periodistas fueron
despedidos en los últimos cuatro años.
Turquía propugna
pertenecer a la Unión Europea, pero esta organización ha reaccionado débilmente
ante las vejaciones antidemocráticas de Erdoğan, porque está chantajeada,
debido a que el país asiático puede abrir sus fronteras para que millones de
refugiados irrumpan en Europa. Es el mismo miedo que existe con Marruecos –al
no presionarlo por su invasión al Sáhara Occidental- que amenaza invadir Europa
con hachís y la inmigración ilegal.
Si bien en la Cumbre de Malta, los dirigentes europeos no
dijeron ni pío sobre la situación en Turquía, el comisario
de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, solo atinó a señalar
que los turcos
cambien “urgentemente el rumbo” y reafirmen “su compromiso de proteger la
libertad de expresión”. Dice que el espacio para el debate democrático se ha
reducido en forma alarmante y que la cultura judicial debe cambiar.
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