martes, 23 de junio de 2009

Italia dispuesta a incrementar cooperación militar con el Perú


Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 23 de junio de 2009

El Látigo de Rufus



Por Ricardo Sánchez-Serra*

El embajador de Italia en el Perú, Francesco Rausi, señaló que las relaciones con nuestro país son muy buenas a todo nivel, sea político, diplomático, comercial, defensa. Mencionó que aún así, necesitaba de un nuevo impulso y que el Foro Perú-Italia –realizado recientemente- logró su propósito de fortalecer y acrecentar las relaciones.
“Los encuentros bilaterales en los ámbitos político, parlamentario, económico, académico y de cooperación internacional fueron muy fructuosos. La cooperación en el campo de la defensa será siempre importante, la Marina peruana tiene fragatas italianas tipo Lupo y la asistencia puede continuar en el futuro”, dijo el embajador en diálogo exclusivo con LA RAZON. .
Agregó que “no sólo se trata que el Perú escoja armamento italiano, sino también nos preocupamos por su mantenimiento. Hay contactos para realizar cursos de formación en el sector militar. Dentro del sector de la Defensa, tendría que ser creada una Comisión Mixta para implementar el Memorándum de Entendimiento entre el Perú e Italia para la Cooperación en el Campo de la Defensa y de los Materiales para la Defensa”.
Dada la importancia de esta cooperación, la embajada italiana abrió una oficina para su Agregaduría Militar.
En referencia a la lucha contra el crimen organizado, el embajador Rausi explicó que la delegación italiana fue muy específica en los objetivos de la estrategia contra la droga, nuevos acuerdos de cooperación con la policía, acuerdos para la represión del tráfico ilícito de estupefacientes, lucha contra el terrorismo, acuerdos contra la criminalidad informática, uso ilícito de Internet, etc.
De otro lado, dijo que hay mucho interés de las empresas italianas en invertir en el Perú, sobre todo en el sector minero, en lo que el Gobierno promueve, en infraestructura, en el sector energía, hidroeléctricas, entre los más importantes, resaltando la reunión de 75 empresas italianas y 340 peruanas que efectuaron más de 800 encuentros bilaterales para incrementar las relaciones comerciales y las oportunidades de inversión.
Indicó que las relaciones comerciales son espectaculares, debido a que las exportaciones italianas al Perú crecieron más del 97% en el periodo 2007-2008 y las importaciones en más del 12%. El año pasado el intercambio comercial llegó a 1.656 millones de dólares.
Mencionó que su prioridad como embajador es no dejar que en este momento difícil de la economía internacional, se traduzca en una disminución entre las relaciones de los dos países. “Además, tengo que reorganizar la comunidad italiana en Perú que es muy grande, impulsar el sector cultural para que Italia no sea conocida sólo en el arte clásico, sino también en el moderno, que es muy poco conocido”, expresó.
Resaltó la reactivación del Mecanismo Permanente de Consultaciones Políticas Bilaterales, logrado en el Foro, así como la profundización de las relaciones en ámbitos importantes como las migraciones, la tutela del patrimonio cultural, la creación de la Liga Parlamentaria de Amistad ítalo-peruana, los acuerdos interuniversitarios, entre otros importantes temas.
Con respecto al clima económico en el Perú opinó que “es bastante bueno, por eso la influencia de la crisis será menor. Perú tiene que potenciar su capacidad de competencia, mejorar la tecnología y el sistema de la distribución, la calidad de sus productos de exportación, modernizar su sistema de aduanas y el Gobierno lo entiende así. La situación global del país es muy positiva”.
Acerca del Fondo Italo Peruano (FIP) que implementa el acuerdo de canje de deuda –que asciende a unos 200 millones de dólares-, el embajador dijo sentirse muy orgulloso por los resultados de todo el trabajo, cuyos proyectos mejoran la calidad de vida de la población en las regiones con los índices de pobreza más elevados, revelando que “es el único lugar en el mundo donde funcionó bien” esta cooperación italiana.
Al referirse al nuevo embajador del Perú en Italia, Rafael Rey, Rausi indicó que lo conocía personalmente. “Es un hombre bien preparado, competente, con la intención de fortalecer aún más las relaciones entre los dos países. Hará lo mejor para concretarlas. Tengo la mejor de las opiniones sobre él”, dijo.
Rausi es un embajador experimentado: cumplió funciones diplomáticas en Beijing, en Brasilia, Naciones Unidas, Bogotá, La Haya, Seúl y Pyongyang.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

sábado, 20 de junio de 2009

EL PERÚ EN LA MIRA DE LA NEO-REVOLUCIÓN SEUDO-INDÍGENA

EL PERÚ EN LA MIRA DE
LA NEO-REVOLUCIÓN
SEUDO-INDÍGENA
Tradición y Acción alerta a la opinión pública

Los lamentables sucesos de Amazonas han
conmocionado profundamente a la Nación, aún
horrorizada ante una explosión de violencia sin
precedentes en el pasado reciente del país.
Para comprender debidamente esta tragedia,
es necesario situarla en un panorama de conjunto,
relacionado con la actual coyuntura revolucionaria
mundial.
1. Cuando quedó evidente el insanable fracaso
de la propaganda comunista —jamás un partido
de ese signo venció una elección libre en ningún
país del mundo—, las fuerzas que impulsan la Revolución
anticristiana se vieron obligadas a alterar
su estrategia. Perdida la ilusión del apoyo de las
clases trabajadoras y estudiantiles, cada vez más
refractarias a la prédica marxista, dichas fuerzas
deliberaron crear un “nuevo proletariado”, esta vez
compuesto de minorías marginales: desde simples
carentes hasta feministas radicales, pervertidos
sexuales, drogadictos, elementos de la contracultura
y otros, pasando por desadaptados de varios
tipos. A este conglomerado heterogéneo lo presentan
como los oprimidos de hoy, los etiquetan
de movimientos sociales, y los lanzan contra la
sociedad “opresora” con el apoyo de millonarias
ONGs. Es la revolución cultural, nombre de esta
nueva estrategia revolucionaria.
2. En América Latina, tal estrategia incluye el
aprovechamiento de comunidades autóctonas
como masa de maniobra para el viejo plan anárquico
de desmantelar los Estados nacionales. Ya
en 1928 el VI Congreso de la Internacional Comunista
instruía a sus partidos afiliados en Latinoamérica
a elaborar “medidas especiales relativas a la
autodeterminación de los indios”, de las cuales
resultaron propuestas para crear las “repúblicas
de Quechuan y Aymaran” en el Perú, la “república
de Arauco” en Chile, y otras similares1.
Más tarde, en 1981, el 29º Congreso del Partido
Socialista Obrero Español presentó un detallado
elenco de los “movimientos sociales” a ser utilizados
para esa revolución cultural. El mismo incluye
grupos “de ecología, feministas, ...de homosexuales,
asociaciones culturales, de minorías étnicas”
(las cuales comprenden a los indígenas), etc.2 Tales
grupos han de ser utilizados como arietes para
demoler la civilización actual e implantar la anarquía
soñada por Marx y sus sucesores.
3. Para este designio el comunismo encontró
en América Latina un precioso aliado: la teología
de la liberación, cuyos voceros más notorios pregonan
que cuanto más una comunidad aborigen
sea marcada por el primitivismo y el estancamiento,
tanto más ella es una obra maestra de sabiduría
antropológica; y que por ello no debe civilizarse,
ni progresar, ni practicar las virtudes cristianas,
sino mantenerse vegetando indefinidamente
en su secular inercia. Más aún, afirman que la ausencia
de propiedad, de lucro y de instituciones en
esas tribus las aproxima a la soñada sociedad comunista
anárquica; y seducidos por esta visión idílica
e irreal de la vida selvática se vuelven al mismo
tiempo tribalistas y procomunistas3.
4. Pero la pretendida afinidad tribu-comunismo
es sólo aparente: como bien señala el Prof. Plinio
Corrêa de Oliveira en un best-seller de candente
actualidad en Brasil4, una comunidad indígena
primitiva puede compararse a una planta que no
creció pero que aún podrá crecer y dar excelentes
frutos; mientras que el “neocomunista” tribalista
es exclusivamente un demoledor de la sociedad
actual.
5. La crisis de la civilización moderna —globalizada,
superorganizada e hipertecnificada— es
ante todo una crisis moral, resultante del abandono
de las enseñanzas de la Iglesia, con la consecuente
pérdida de sabiduría y de virtudes cardinales
como la templanza, lo cual acarrea desequilibrios
de todo tipo, especialmente notorios
en las actuales megalópolis masificadas. Los
“neocomunistas” se sirven de esos desequilibrios
como pretexto para proponer un salto hacia el desequilibrio
opuesto, el tribalismo colectivista, inerte
e improductivo. Eso explica sus ataques al capitalismo,
al “neoliberalismo”, a la agroindustria,
y a todas las actividades productivas en gran escala
propias de la civilización actual, tales como
la explotación minera y petrolera.
6. Ahora bien, lo contrario de un desequilibrio
no es el desequilibrio contrario, sino el equilibrio.
Y en este caso, el equilibrio sólo puede surgir
del respeto a las instituciones que fundamentan
el orden social verdadero: la familia indisoluble,
la propiedad privada y la libre iniciativa.
7. El sentido común impone que, en la difícil coyuntura
que atraviesa el país, ese equilibrio sea
buscado seria y empeñadamente. Hacia él debe
orientarse el actual debate que opone a quienes
desean explotar las riquezas de la Amazonía para
beneficio de todo el país, y una parte de los habitantes
de la selva que temen —en ciertos casos
con fundamento— que la explotación indiscriminada
de dichos recursos afecte negativamente sus
vidas y sus comunidades. No obstante, es obvio
que en ese conflicto de intereses ha interferido un
factor desequilibrante, que condujo a los trágicos
hechos que enlutan a la Nación.
8. ¿Cuál es ese factor? No es difícil ver que
por detrás de la protesta indígena actúa una fuerza
ideológica extra-indígena. Esa fuerza es la
que pone en boca de los nativos palabras como
“insurgencia”; la que los azuza para plantear exigencias
políticas descabelladas y ajenas por completo
a sus reales aspiraciones y necesidades,
como la “vacancia presidencial”, la “renuncia de
todo el gabinete” o la “reforma de la Constitución”
(¡!); la que empuja a algunos de sus líderes a violar
flagrantemente la ley bloqueando carreteras,
apoderándose de estaciones de bombeo, tomando
rehenes, chantajeando autoridades, instigando
a la violencia; en suma, una fuerza que utiliza
a los nativos a la vez como masa de maniobra y
carne de cañón.
9. ¿De qué fuerza se trata? Sólo puede ser la
misma fuerza revolucionaria que hoy convulsiona
internamente a otras naciones sudamericanas: el
neocomunismo anárquico. Él busca desorganizar
y precipitar esas naciones en el caos. En algunas
de ellas, como el vecino Brasil, la demolición tribalista
alentada por la teología de la liberación ya está
en pleno curso, y viene produciendo resultados desastrosos
para su unidad y organización nacional.
10. Esta visión de fondo, si bien necesariamente
resumida, proporciona la clave de interpretación
para un conjunto de hechos recientes ocurridos
en el país. Estamos, no tengamos duda, ante
una agresión revolucionaria con ramificaciones
internacionales que podrá poner en jaque
todo el progreso obtenido por el Perú en los
últimos años.
* * *
En esas circunstancias, y más allá del indispensable
deslinde de responsabilidades por esta
asombrosa explosión de violencia, confiamos en
que las autoridades nacionales, conscientes de la
real dimensión del problema, proseguirán sus esfuerzos
tendientes a un apaciguamiento de los
espíritus, para que la discusión del tema amazónico
se dé en una atmósfera de concordia, en la cual
todas las partes involucradas puedan exponer libre
y serenamente sus opiniones. Naturalmente
esto demandará tiempo, estudio, reflexión, cordura.
Cualquier decisión adoptada con precipitación
e inmediatismo será superficial, falseada, y sólo
conducirá a nuevas frustraciones.
Ese debate debe ser exclusivamente entre peruanos
—por tanto excluir injerencias de personas
y entidades foráneas o a servicio de éstas—,
circunscribirse a los temas que son motivo de preocupación
de los pueblos amazónicos, y no ser
ideologizado. De él deben participar, del lado indígena,
los verdaderos representantes de las comunidades,
debidamente advertidos para no dejarse
manipular por seudo líderes que buscan instrumentalizarlos
a favor del caos.
En este sentido cabe a las autoridades nacionales
identificar y denunciar ante la opinión pública
nacional e internacional quiénes han insuflado
la violencia en los cruentos episodios de Bagua;
los vínculos de esos elementos con la revolución
cultural neocomunista y su hermana gemela, la
teología de la liberación; qué estrategias revolucionarias
han aplicado, y con qué apoyos financieros
contaron; qué papel han jugado en los hechos
personas, organismos y gobiernos foráneos; etc.
Esto debe quedar meridianamente claro, a fin de
prevenir cualquier nueva manipulación de nativos
a favor del caos revolucionario.
* * *
Los peruanos somos un pueblo pacífico, profundamente
amante de la concordia. La inmensa
mayoría de nuestros compatriotas, incluidos nuestros
hermanos indígenas de la selva, sólo aspira a
vivir y trabajar en paz y orden. Tierra de santos y
de héroes, nuestra idiosincrasia, nuestra historia y
nuestros recursos nos indican que somos llamados
a ser una gran nación católica. Y por cierto lo
seremos si, más allá de las crisis que hoy nos afligen,
sabemos mirar el futuro con los ojos puestos
en la Santísima Virgen del Rosario, reina y patrona
del Perú.
1 Cfr. WALTER KOLARZ, Comunismo e colonialismo, Ed. Dominus,
São Paulo, 1965, p. 99. El autor, especialista de la
BBC en asuntos de comunismo, recuerda que una propuesta
análoga sobre los indígenas fue formulada en 1962 por
Fidel Castro, e incluida en la “II Declaración de La Habana”.
En esa época, el objetivo era usar a los nativos “como
materia prima sociológica y política para promover la ascensión
de los partidos comunistas latinoamericanos al
poder” (Idem); hoy, en cambio, son igualmente usados, pero
con un fin aún más radical, precipitar las naciones americanas
en la anarquía.
2 PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, Resoluciones – 29 Congreso
del PSOE, 1981, pág. 201.
3 Para medir bien la radicalidad anárquica de estos seudo
“teólogos”, el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), órgano
de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil, publicó
un libro sobre los 500 años del descubrimiento de dicho
país, en el cual sostiene que, aglutinando en un frente unido
a “los pueblos indígenas” y a “toda la población marginada”
—o sea, el nuevo proletariado a que nos hemos
referido— “cuando todos estemos unidos en torno de esta
causa, los gobernantes no serán más nadie, apenas una
niebla que un día manchó la Historia de esta tierra y los
horizontes de esta gente” (Cfr. CIMI, Outros 500 – Construindo
uma nova história, Ed. Salesiana, São Paulo, 2001
– destaques nuestros).
4 Cfr. PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Tribalismo Indigena, ideal
comuno-missionário para o Brasil do século XXI, 8ª edición,
Artpress, São Paulo, 2008, pp. 35-36. Esta obra ha
vendido más de 80 mil ejemplares.
Notas
Lima, 19 de junio de 2009.
Tradición y Acción
por un Perú Mayor
www.tradicionyaccion.org.pe
Email: tfplima@gmail.com
Teléfonos: (01) 462-0314 / 991-075-689

jueves, 18 de junio de 2009

COLOMBIA BUSCA CONSOLIDAR SU DEMOCRACIA. Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 18 de junio de 2009

COLOMBIA BUSCA CONSOLIDAR SU DEMOCRACIA
Camino a la reelección
Ricardo Sánchez-Serra
Periodista (*)


La alternancia en el poder es saludable para la democracia, pero para un pueblo acostumbrado a vivir en democracia, con paz social y sin amenazas narcoterroristas que corroen y afectan la supervivencia del Estado.
Empero, cuando una nación está saliendo de una agresión narcoterrorista tan cruenta para la población y tan desestabilizadora para la democracia, originada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que asoló a Colombia por 45 años, creemos que es necesario que el gobierno exitoso continúe democráticamente en el poder, obviamente, mediante elecciones y en la medida en que cuente con el apoyo mayoritario de la población.

En concreto, nos referimos a la administración del presidente Álvaro Uribe, gran amigo del Perú. A nuestro juicio, es uno de los mejores mandatarios que ha tenido Colombia. Ha pacificado su país, equilibrado su economía y aplicado una eficaz política social. Pero estas tareas no han terminado y él está reflexionando si conviene postular a una segunda reelección, para lo cual es necesario una reforma constitucional.

En otras palabras, respetuosamente, creemos que los colombianos deben buscar y apoyar a quien garantice la continuidad de la política de seguridad democrática, de la lucha antisubversiva y de la pacificación en general. Somos de la opinión que ella es necesaria para que, en democracia, siga el desarrollo y progreso de esa nación hermana.
La política de seguridad democrática –que tiene menos de siete años– ha sido eficiente y lo demuestran las cifras. Entre grupos subversivos, autodefensas ilegales y bandas criminales se han capturado en los últimos diez años a 51 mil delincuentes, se abatieron a más de 15 mil, habiéndose desmovilizado más de 23 mil. Les decomisaron más de 48 mil armas y 16 mil equipos de comunicación. Por los números es impresionante la alta criminalidad que había en Colombia y que Uribe supo enfrentar.

Y a los “narcos” se les incautaron 7,135 armas, 3,202 embarcaciones, 387 aeronaves y se destruyeron más de 18 mil laboratorios de cocaína. Las acciones delictivas, como secuestros, homicidios, voladuras de oleoductos, torres de energía, puentes y los ataques a la población, disminuyeron notoriamente durante la administración de ese presidente. Además, de otro lado, tuvo una eficaz acción social reconstruyendo viviendas, infraestructura, atención a víctimas de la violencia y desplazados.

Esta es la razón por la cual Uribe goza del 74 por ciento de la aprobación ciudadana. Incluso, si accediera a presentarse a una segunda reelección, ganaría –de acuerdo con las últimas encuestas– en primera vuelta, con el 57 por ciento de la intención de votos. Empero, esa es una decisión libre y democrática de los hermanos colombianos.
……
(*) Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

miércoles, 10 de junio de 2009

FORTALECIENDO LA SEGURIDAD CIUDADANA

Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 10 de junio de 2009
Arresto ciudadano
Ricardo Sánchez-Serra
Periodista


La norma impulsada por el Gobierno sobre el arresto ciudadano, pone en vigencia -a partir del 1 de julio- el artículo 260 del Código Procesal Penal, que establece que toda persona podrá proceder al arresto de una persona en flagrancia delictiva, debiendo entregar inmediatamente al arrestado y las cosas que constituyan el cuerpo del delito a la Comisaría más cercana.

Dicha disposición es un acierto, por cuanto el ciudadano, incluido el sereno, puede detener a un facineroso que acaba de robar a un transeúnte o en un domicilio y entregarlo a la policía. Ahora el sereno no podrá ser acusado de abuso de autoridad u otro supuesto delito. Además, las personas tienen un arma de autodefensa más y colabora con la policía y la justicia, al evitar que el delincuente en flagrante delito se fugue.

De otro lado, la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, ha dado luz verde –y falta implementar– a una iniciativa del alcalde de San Isidro, Antonio Meier, para que los serenos por lo menos tengan una vara para defenderse, porque se hace notoria su desventaja frente a los delincuentes.

Recordemos que San Isidro fue el distrito pionero en la creación del serenazgo, que se hizo necesario como consecuencia de la lucha prioritaria de la policía contra el terrorismo. Hoy este cuerpo se hace necesario como cooperante de la fuerza policial en la lucha contra la delincuencia, y, afortunadamente, casi todos los distritos de Lima cuentan con este importante servicio que bien articulado con la Policía Nacional del Perú, los logros y metas serán, sin duda alguna, en beneficio directo de los ciudadanos.

(*) Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

martes, 9 de junio de 2009

El genocidio armenio: olvidado y ocultado

Publicado en la revista ASíD´Claro, de Lima-Perú, mayo-junio de 2009

“Ellos han caído sin saber por qué, hombres, mujeres y niños que sólo querían vivir…”


Por Ricardo Sánchez-Serra*

Me encontraba paseando por las calles de Buenos Aires y cuando me acercaba a un teatro, me sorprendió un aviso que informaba de la conmemoración del genocidio armenio. Como nunca había escuchado hablar de este tema, la curiosidad periodística y mi deseo de conocimiento me hicieron ingresar al evento.
El invitado central fue el periodista José Antonio Gurriarán, subdirector del diario “El Pueblo” de Madrid y autor del best seller “La Bomba”, y que no sólo contó que fue víctima de un acto de terrorismo del “Comando 3 de Octubre”, una facción del Ejército Secreto para la Liberación de Armenia, sino que buscó intensamente a sus verdugos para que le expliquen por qué y luego de sus investigaciones, se convirtió en un ardoroso defensor de la causa armenia.
En el evento me sentí asombrado, muy triste e impotente de poder ayudar en algo. Sentía vergüenza por esta humanidad tan indiferente y frívola, ante la matanza de un millón y medio de armenios por los turcos y que configuró el primer genocidio del siglo XX, demostrado mediante testimonios y evidencias históricas irrefutables. El genocidio empezó el 24 de abril de 1915, con el asesinato y deportación de 800 intelectuales y líderes armenios por parte del gobierno de los “Jóvenes Turcos” en el Imperio Otomano y la masacre se extendió hasta 1923.
Muchas razones estuvieron detrás de las matanzas: los turcos eran musulmanes, los armenios eran cristianos e iniciaron un plan de ejecuciones y deportaciones de ancianos, mujeres y niños hacia el desierto. El 95% de la milenaria cultura armenia fue destruida; estamos refiriéndonos a 2600 iglesias, 1500 colegios, 66 ciudades y 25000 aldeas y el 80% del territorio histórico armenio fue usurpado por los turcos.
La canción Ils sont tombé, de Charles Aznavour alusiva al genocidio armenio es sublime:
“Ellos han caído sin saber por qué, hombres, mujeres y niños que sólo querían vivir… Mutilados, masacrados, los ojos cubiertos de espanto… Ellos han caído invocando a su Dios. En el suelo de su iglesia o en la entrada de su puerta. En manadas del desierto, titubeando, en cohorte. Vencidos por la sed, el hambre, el hierro, el fuego.”
Armenia fue el primer Estado que adoptó al cristianismo como religión oficial en el siglo III y el símbolo nacional de los armenios es el monte Ararat -en donde de acuerdo al Génesis se asentó el arca de Noé- y que hoy está en manos turcas.
Turquía niega el genocidio aduciendo que eran “luchas étnicas”; incluso en el Código Penal se condena a prisión a quien utilice la palabra genocidio para referirse a las masacres de los armenios, y por ello estuvo en la cárcel el escritor turco y ganador del Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk. Además, la intolerancia turca logró que los periodistas e intelectuales sean apresados e incluso asesinados, como Hrant Drink. En fin, los historiadores occidentales coinciden en admitir que el genocidio existió y más de 20 países y 42 Estados de los Estados Unidos, lo reconocen.
Los armenios y la humanidad esperaban que en la conmemoración de este año, el presidente de los Estados Unidos utilice la palabra “genocidio”, al referirse a las matanzas perpetradas por los turcos contra la población armenia. Es más, el entonces senador Barack Obama -en su campaña presidencial- lo había prometido: “América merece un líder que hable la verdad sobre el genocidio armenio y responda con fuerza a todos los genocidios. Yo tengo la intención de ser ese Presidente”.
Obama no lo hizo. Decepcionó a muchos debido a que no cumplió su palabra y continuó con la tradición de incumplimientos, como la de sus antecesores George Bush y Bill Clinton.
También el Congreso norteamericano tiene pendiente la aprobación de la Resolución H-106 que reconoce el genocidio armenio y que está archivada por presiones de los turcos, quienes amenazaron con cerrar las bases norteamericanas que abastecen a las tropas en Irak y con eliminar a todo el pueblo kurdo.
Ni qué decir de tantos gobiernos y congresos peruanos: ni saben que el genocidio armenio existió.
De otro lado, para evitar controversias, en todos los libros de historia deben mencionarse los genocidios, tanto el holocausto judío, como el genocidio armenio, de Darfur, de Ruanda, la masacre contra los argelinos por parte de los franceses y las matanzas perpetradas por Sendero Luminoso, Stalin, Mao, Pol Pot, entre tantas otras. Así ninguno será olvidado.
*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com