Publicado en LA RAZÓN, el 24 de mayo de 2018
El museo de la “memoria” debe ser intervenido
Ricardo Sánchez
Serra
Desde el momento
que se creó el Lugar de la Memoria (LUM) ya me olía a rojería y que iba a ser
utilizado para tergiversar la historia. Esa distorsión era un secreto a voces.
Bastó que el general Edwin Donayre se disfrazara y grabara la explicación de la
guía para destapar el menoscabo que se hacía a las Fuerzas Armadas y policiales
en la lucha contra el terrorismo.
Ese vocablo “guerra
interna” para ilustrar los años en que el Perú, el Estado peruano, luchaba
contra los terroristas de Sendero Luminoso y el Movimiento Túpac Amaru, es la
deformación de la historia. Además que se pretende igualar el accionar de las
fuerzas del orden con las manifestaciones terroristas.
Las Fuerzas Armadas
y policiales salvaron a la Patria, esto debe quedar muy claro. Debe incluirse
en los textos escolares sin ambigüedades. Los padres o abuelos deben hacer el
trabajo en casa de ilustrar cómo fueron los años que vivieron, en que el Perú
estuvo bajo el terror comunista: cortes de luz y agua, secuestros, asesinatos,
etc.
El nuevo líder de
la izquierda y próximo cardenal, Pedro Barreto, ya dijo que hay que recordar
con aprecio el LUM, pero no el LUMpen como ahora, sino reformado,
reestructurado, que no falsee la historia.
El LUM
(¿abreviatura de Sendero LUMinoso?) debe ser intervenido para evitar que en su
sede se haga propaganda al terrorismo. Entre los guías deben contratarse hijos
o hermanos de las víctimas del terrorismo e incluso personal de las Fuerzas
Armadas.
Las Fuerzas Armadas
deben construir un museo para recordar lo que hizo el terrorismo. Algo se hizo
con respecto al heroico salvataje en la Embajada de Japón, exhibiendo el
armamento y la logística de los terroristas emerretistas.
Igual se debe hacer
con lo que se capturó a Sendero Luminoso, el daño que hicieron, los asesinatos,
las armas que se despojaron en El Frontón. En otros países existe el Museo de
la Subversión, en donde se exponen las armas, maletas con doble fondo, Biblias
en donde se camuflaban las armas de los terroristas, entre otros. Y la visita
debe ser obligatoria de todos los alumnos de colegios públicos y privados.
Embajadores
políticos
Cambiando de tema.
El presidente Martín Vizcarra señaló que los embajadores políticos deben
regresar. Les dio un plazo de seis meses. Hay que ser claros, todos “pagan
pato” por Susana de la Puente, quien se encuentra en Londres, y es solo a ella
que deben aceptarle la renuncia. ¿Por qué meter en el bulto a los demás?
Los embajadores
Joselo García Belaunde y Álvaro de Soto (España y Francia, respectivamente) son
embajadores jubilados y prestigiosos (uno excanciller y el otro asesor de Pérez
de Cuéllar en la ONU); igual la destacada historiadora Carmen Mc Evoy, que
acaba de abrir nuestra Embajada en Irlanda, o la excelente labor que cumple
Luis Iberico al frente de la Embajada en Italia. Ellos deberían continuar señor
presidente. Separe la paja del trigo.
@sanchezserra