http://www.posicion.pe/2017/02/turquia-gigantesca-prision-para-opositores/
Turquía: gigantesca prisión para opositores
Ricardo Sánchez
Serra
Un grupo de
periodistas nos reunimos en Lima con intelectuales y empresarios turcos,
vinculados algunos de ellos al Movimiento Hizmet o Gülen, liderado por el
clérigo y célebre erudito Fethullah Gülen, exiliado en Pensilvania. Dicha
colectividad está injustamente proscrita por el dictador Recep
Tayyip Erdoğan. Sus miembros fueron torturados y encarcelados.
Mostraban su
preocupación por la crítica situación en que vive su país y la ausencia de
noticias en el Perú.
Contaron que en su
momento apoyaron a Erdoğan, que estuvo como primer ministro entre 2003 y 2014 y
hoy es el presidente y que coincidieron con sus objetivos que eran democracia,
justicia y libertad de expresión.
De un momento a
otro el mandatario comenzó a comportarse como un dictador y diseñó un autogolpe,
hostigando a los opositores a sus “sueños”, que veía como obstáculos.
Y como sátrapa, lo
primero que hizo fue perseguir a los periodistas y, a la par que compró periódicos
y canales de televisión, cerró a 149 medios de difusión, encarceló a 162
reporteros y otros 1000 tuvieron que exiliarse. Hoy por hoy Turquía es la más
grande cárcel de periodistas.
Todos los
opositores están silenciados y solo funciona la prensa afín al gobierno. Los contrarios
son detenidos como traidores, más de 1000 personas fueron encarceladas, sin
pruebas. Personas que no apoyan al gobierno son arrestadas. Militares de alta
graduación fueron purgados.
El tirano de Ankara
coopera con los movimientos terroristas Isis, Al Qaeda al-Nusra y Boko Haram, enviándole
armas. Anuló leyes democráticas e hizo leyes para aplicar sus “sueños”, sin
importarle la Constitución.
El autogolpe le
sirvió para perseguir a sus rivales y echar a gente inocente de sus puestos de
trabajo. Arrestó a 27,239 personas, 123.000 perdieron el trabajo, 150 generales
destituidos, más de 3.400 jueces y fiscales fueron encarcelados. Cerraron 2.000
colegios y 7.000 profesores fueron despedidos.
Su líder, Fetullah Gülen, exigió una comisión
internacional para investigar el golpe. Erdoğan no la aceptó. Es más, se formó
para tal fin una comisión en Turquía y cuando ella pidió interrogar a Gülen en
Estados Unidos, la clausuraron.
Como Erdoğan persigue a sus opositores en donde
estén –hubo atentados y secuestros en Malasia, Indonesia- la comunidad turca en
el Perú teme por su vida. Las autoridades peruanas están avisadas.
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