sábado, 29 de agosto de 2009

POR LA PAZ EN EL SAHARA OCCIDENTAL

Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 29 de agosto de 2009



Ricardo Sánchez-Serra
Periodista (*)


En uno de los últimos intentos para traer paz y seguridad al Sahara Occidental, el nuevo enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas para el Sahara, embajador Christopher Ross, convocó en Dürnstein (Austria) a una reunión informal entre el Frente Polisario –representante del pueblo saharauí– y Marruecos.
Según trascendió, la reunión se realizó en un ambiente de sinceridad, compromiso y respeto mutuo, muy distante a los debates en Manhasset (Estados Unidos de América) hace 18 meses, en donde el clima fue frustrante y hostil. A la conferencia también asistieron las delegaciones de Argelia y Mauritania, las cuales participaron en las sesiones de apertura y clausura, además de ser consultadas por separado.
Uno de los acuerdos del certamen –que responde a la exhortación formulada por el Consejo de Seguridad de la ONU para reanudar las conversaciones– fue proseguir las negociaciones presurosamente, para evitar el agravamiento del conflicto, que amenaza con una guerra en el Magreb, debido a la falta ya de paciencia del pueblo saharauí, después de 34 años, desde que la Corte Internacional de Justicia de La Haya dictara sentencia en el sentido de que Marruecos no tiene ninguna ligazón territorial con la región saharauí –la comunidad internacional no la reconoce como territorio marroquí– y tampoco se celebra un referéndum de autodeterminación, amparado desde 1991 por la ONU.
Las diferencias de fondo se encuentran en que Marruecos postula un referéndum que incluya la anexión a su territorio o una autonomía bajo su soberanía para el Sahara Occidental, mientras que el Polisario demanda la convocatoria de un referéndum que incluya ambas opciones, más la alternativa de la independencia.
Los saharauíes reclaman también la intervención de España, como potencia colonialista, aún reconocida por la ONU y Francia, una llave en el Consejo de Seguridad. Asimismo, existe la preocupación por la explotación de los recursos naturales en el otrora Sahara Español y que el Polisario exige se encuentre bajo la vigilancia de la Misión de Naciones Unidas para el Referendo en el Sahara Occidental (Minurso), más la observancia y la protección de los derechos humanos.

viernes, 28 de agosto de 2009

Debate en Uruguay: ¿Adopción de niños por parte de parejas homosexuales?

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 28 de agosto de 2009
El Látigo del Rufus

Ricardo Sánchez-Serra*

Los uruguayos se encuentran en un encarnizado debate sobre la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. Nadie entiende por qué el Parlamento de ese país pretende contra viento y marea, con inusual apuro, imponer esa posibilidad legal, mientras -según la última encuesta- el 95 por ciento de la población se opone.
No se puede legislar contra la naturaleza, no se puede ir contra la naturaleza. No se puede trastocar el orden natural. El matrimonio es hombre-mujer. La familia es la célula básica de la sociedad y en ella están incluidos los hijos, a quienes no se les puede sacar de su entorno natural. La adopción de niños por parte de los homosexuales, es pensar egoístamente y no preocuparse que el niño es el centro, el interés superior.

Pensemos por un momento cómo viviría un niño en el seno de una unión homosexual, que en promedio dura de dos a tres años. ¿Quién es el padre? ¿Quién es la madre? ¿El niño estará preparado emocionalmente para enfrentarse a prejuicios, discriminaciones e hipotéticamente burlas? ¿Se confundirá en su identidad sexual? ¿Se puede asegurar que su desarrollo psicológico será normal?

La Iglesia católica de Uruguay señaló enfáticamente que “aceptar la adopción de niños por parejas homosexuales es ir contra la misma naturaleza humana, y consiguientemente es ir contra los derechos fundamentales del ser humano en cuanto persona. Los niños no necesitan sólo alimento y cariño, sino, especialmente, formación y proyección como personas en una familia natural”.

Es seguro que esta iniciativa, que viola los derechos del niño, le reventará en la cara al Frente Amplio a puertas de las elecciones presidenciales de octubre próximo, en las que el carismático mandatario Tabaré Vázquez no irá a la reelección y en su reemplazo postulará un ex jefe guerrillero tupamaro, José Mujica, quien enfrentará al ex presidente Luis Alberto Lacalle.

Uruguay no puede tener la deshonrosa jactancia de ser el primer país en Latinoamérica que apruebe esa posibilidad legal, una más luego de la aprobación del matrimonio homosexual. El Frente Amplio debería seguir a su líder (Tabaré), en ejemplo de moral y ética, cuando vetó la legalización del aborto, otra iniciativa de aberración, de esas que aparecen cuando una nación está debilitada espiritualmente y va perdiendo valores.

(*) Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blogs: http://rsanchezserra.blogspot.com

jueves, 27 de agosto de 2009

A 70 AÑOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 27 de agosto de 2009

Todo empezó en Polonia

Ricardo Sánchez-Serra
Periodista (*)

En la historia del mundo existen dos fechas importantes, cuyo centro fue Polonia. Un aciago 1 de septiembre de 1939, las fuerzas nazis de Adolfo Hitler invadieron ese país y empezó la Segunda Guerra Mundial. En setiembre de 1980 se creó el sindicato independiente Solidaridad –con el carismático líder Lech Walesa– que puso en jaque al régimen comunista soviético y cuyo desplome se consumó nueve años después, poco antes de la caída del Muro de Berlín.


El plan alemán “Caso Blanco” con la ofensiva blitzkrieg o guerra relámpago, acabó en 27 días con la heroica defensa polaca. Los nazis destruyeron el 80 por ciento de las ciudades y mataron a más de 12 millones de polacos –en esa época había 35 millones– con la complicidad de la Unión Soviética (Pacto Ribbentrop-Molotov), que intervino en la matanza de los bosques de Katyn, asesinando a más de 22 mil oficiales polacos y prisioneros en general. Asimismo, empezó el Holocausto en los tristemente célebres campos de la muerte de Auschwitz-Birkenau, donde perecieron más de tres millones de personas, en su mayoría judíos. También hubo aniquilamientos de judíos en el gueto de Varsovia por parte de las tropas nazis.

Muchos polacos escaparon –formaron un gobierno en el exilio– y sirvieron en las fuerzas armadas aliadas, destacando en los escuadrones aéreos de Inglaterra, Estados Unidos y en el Ejército francés. Paradójicamente, después del triunfo de los aliados sobre la Alemania nazi, los soldados polacos no fueron invitados a los desfiles de la victoria celebrados en 1945, en Moscú y Londres.

Mientras tanto, Polonia cayó en la opresión comunista soviética, que duró 44 años. Es decir, hasta que surgió el heroico sindicato Solidaridad y su perseverante lucha por la libertad, que trascendió todos los rincones soviéticos y remeció al comunismo. Todo ello, asimismo, por qué no decirlo, “gracias a la tenacidad de otro polaco, Karol Wojtyla, el papa Juan Pablo II, quien impulsó la caída del Muro de Berlín y de la Unión Soviética, así como la reunificación de Alemania, la ampliación de la OTAN y la integración pacífica del mundo actual”. Así lo afirmó el ex canciller polaco Wladyslaw Bartoszewski, subrayando que “es nuestra especial contribución a la familia de los estados democráticos del mundo.”
(*) Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

viernes, 21 de agosto de 2009

Panorama peliagudo para Colombia

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 21 de agosto de 2009
El Látigo del Rufus


RICARDO SÁNCHEZ-SERRA (*)

La revista The Economist afirmó que la “diplomacia y las relaciones públicas no son las fortalezas de Colombia”. Se equivoca. Colombia tiene un par de malos vecinos al este y al oeste –y uno lejano, al sur-, con los dientes afilados, porque no se somete a los ucases de Chávez, al antinorteamericanismo y su quimérico socialismo del siglo XXI.
En su accionar político, el presidente Alvaro Uribe ha demostrado tener valores, siendo sus fortalezas la franqueza y la honestidad, calidades que desconocen completamente sus colegas de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales y de Venezuela, Hugo Chávez.

Hoy vientos de guerra azotan la región, a decir de Chávez, y está provocando a Colombia, so pretexto de su acuerdo militar con Estados Unidos, para iniciar una confrontación bélica –está hostilizando a los ciudadanos colombianos en la frontera y pretende apoderarse de las empresas colombianas en Venezuela-, para ocultar sus vínculos militares con Rusia e Irán y su evidente apoyo a las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El dictadorzuelo venezolano pretende poner en el paredón a Uribe –por su acuerdo militar- en la próxima cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el 28 de agosto, que se celebrará en Bariloche, Argentina. Uribe, con buen tino, afirma que iría pero que también se ponga en el tapete los acuerdos militares de otros países de la región. Esperemos que la agenda sea ésta, porque de lo contrario será una emboscada a Colombia.

La gira de Uribe fue magistral porque con argumentos –y además esgrimiendo los principios de no intervención y respeto a su soberanía- bloqueó una posible condena o preocupación de la Unasur en la reunión de Quito, en la que países como Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, no se prestaron al juego del llanero.

Valga recordar que previamente el Perú mostró su total respaldo a Bogotá. Argentina, por su parte, para aplacar los vientos de guerra de Chávez, ofreció inteligentemente su territorio, pero desgraciadamente no tiene voto propio. Mucho hizo Caracas por Buenos Aires en momentos financieros apremiantes y puede ser comprensible, aunque jamás deben dejarse los principios de lado.

Los demás países deben deducir que Chávez azuza a la guerra para paliar sus problemas internos, como la inflación galopante, pugnas con la prensa y la Iglesia, las protestas por el cambio en la educación, y así pretender que los venezolanos cierren filas, como Hitler lo hizo con los alemanes, además de distraer a la opinión pública internacional.

El acuerdo colombo- norteamericano, hay que mencionarlo por enésima vez, se circunscribe sólo a Colombia, enfocado en la lucha contra el narcotráfico, el crimen transnacional y el terrorismo –que incluye compartir información de inteligencia en tiempo real- y que Estados Unidos no podrá hacer operaciones desde el territorio colombiano hacia otros países. Uribe necesita el apoyo final al Plan Colombia y a su política de seguridad ciudadana, exitosa desde el año 2002, bajando los secuestros un 88 por ciento, las masacres en 96% y los atentados terroristas un 79 por ciento.

De otro lado, con la magnanimidad que lo caracteriza, el presidente Uribe vuelve a extender la mano de amigo a Ecuador, con una nueva disculpa por la intervención colombiana en el campamento de las FARC, que produjo no sólo la muerte del número dos “Raúl Reyes”, sino que permitió la invalorable requisa de las computadoras, que traslucieron toda la telaraña de las conexiones del grupo terrorista, incluyendo el apoyo de Venezuela y Ecuador a los subversivos, y que recientemente fue reconfirmado en el video del “Mono Jojoy” el apoyo financiero de las FARC a la campaña presidencial de Correa, quien vuelve a poner condiciones a Colombia para normalizar relaciones. Pero si Caín está vivo….

Volviendo al tema central que nos ocupa, cabe puntualizar que, si algunos colombianos piensan que Estados Unidos los va a apoyar ante una agresión militar de Chávez, están muy equivocados. El triste recuerdo de la Guerra de las Malvinas es un ejemplo. El entonces presidente argentino, general Leopoldo Fortunato Galtieri, firme aliado de Estados Unidos y su política en el mundo, sufrió un chasco cuando pensó que Washington lo respaldaría.

Si bien esta reminiscencia no es muy feliz, ni parecida, ni adecuada, porque está muy lejos de ambas circunstancias, es un antecedente válido. Además, si Estados Unidos fuera el aliado ideal de Colombia, ya habría aprobado el Tratado de Libre Comercio. Por ello, Colombia debe valerse en principio por sí sola y tener la capacidad disuasiva suficiente.

Ir a Bariloche es jugar a la ruleta rusa y estar dependiendo de un deshoje de margaritas: “este me quiere, este no me quiere”. El presidente Uribe ya dijo lo que tenía que decir y lo dijo claramente.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.
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miércoles, 12 de agosto de 2009

EL PRESIDENTE URIBE ESCLARECIENDO INQUIETUDES

Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 12 de agosto de 2009


Respaldo peruano
Ricardo Sánchez-Serra*

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, visitó varios países sudamericanos, entre ellos el Perú, para explicar de primera mano el acuerdo militar que negocia con Estados Unidos de América.
Hay que reconocer que el mandatario de Colombia tuvo una cortesía especial con nuestro país, no sólo por ser el primero que visitó, sino porque anteriormente el canciller de esa república hermana, Jaime Bermúdez, había explicado a su homólogo peruano, José García Belaunde, que las bases estadounidenses no eran tales, sino que, simplemente, era darle facilidades a las naves norteamericanas para su desplazamiento.

En efecto, entonces, nuestro ministro de Relaciones Exteriores afirmó contundentemente: "No habrá una base concreta, con espacio territorial, con una fuerza acantonada permanente de Estados Unidos. Además, ello atañe a la soberanía nacional de cada país". Ello fue en una conferencia ante la prensa extranjera, y, específicamente, ante una pregunta del suscrito.

El presidente Alan García fue el mandatario más cordial con su homólogo colombiano, así como el que más le respaldó. He ahí su declaración: "Colombia sabe cuánto queremos los peruanos a esa Nación y cuánto respeto tenemos por los trabajos de pacificación que ha logrado Uribe en Colombia, y la historia va a reconocer cuanto se ha hecho en ese país".
Asimismo, los jefes de Estado de Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, expresaron que el acuerdo militar con Estados Unidos es un asunto soberano de Colombia y respetaron el principio de no intervención, como debe ser en una convivencia civilizada entre las naciones.

El acuerdo militar con Estados Unidos es un matiz nuevo del Plan Colombia en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Si bien es una decisión soberana de Colombia, el periplo de su mandatario era necesario para esclarecer inquietudes y que no se tergiverse el real sentido de la posición colombiana.
La diplomacia presidencial es siempre más efectiva que la interlocución entre ministros, notas diplomáticas, comunicados u otras formas de interrelación en las relaciones exteriores.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

miércoles, 5 de agosto de 2009

¡Bienvenido, presidente Uribe! Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 5 de Agosto de 2009

El Látigo del Rufus


Ricardo Sánchez-Serra*

Será la gira del silencio. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, visita nuestro país para explicar el acuerdo militar que pacta con Estados Unidos, una decisión soberana de su nación. En su periplo visitará, asimismo, Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
Uribe ha tenido una deferencia especial con el mandatario Alan García y con el Perú, no sólo por haber sido el primer país que visita, sino porque ya su canciller Jaime Bermúdez había explicado a su homólogo peruano, José García Belaunde, que las bases estadounidenses no eran tales, sino simplemente darle facilidades a las naves norteamericanas para desplazamiento. “No habrá una base concreta, con espacio territorial, con una fuerza acantonada permanente de Estados Unidos. Además ello atañe a la soberanía nacional de cada país”, señaló García Belaunde a la prensa extranjera, ante una pregunta del suscrito.

Uribe ha tenido que suspender sus vacaciones –que se extendían hasta el 7 de agosto- para contrarrestar la agresiva y escandalosa desinformación de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Venezuela, Hugo Chávez, quienes pegaron el grito al cielo por las hipotéticas concesiones de Colombia a Estados Unidos para desplegar sus presuntas bases militares.

Esos rebuznos y gemidos, de mulas desbocadas, se deben para ocultar su desfachatado apoyo a las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), demostradas fehacientemente ante la comunidad internacional, como la subvención a la campaña presidencial de Correa y para ocultar el desvío de armas venezolanas a las FARC.

Todas las desgraciadas desavenencias que están ocurriendo en Latinoamérica se deben a que Chávez, Morales, Ortega y Correa han adoptado una diplomacia ideologizada y no una pragmática, donde prime una diplomacia virtuosa, comercial, de amigos, de socios.

La diplomacia ideologizada, residuo de la “guerra fría”, hace daño a la hermandad entre los pueblos y es una traición a los ideales de nuestros próceres de la independencia, como San Martín, Bolívar, O’Higgins, Artigas, Olmedo, Martí, Larreynaga, Tomás Ruiz, Mongalo y Rubio, Belgrano, fray Melchor de Talamantes, Hidalgo, entre tantos otros.

La diplomacia ideologizada, destruye, no construye; separa, no une; es de odio e “infraterna”. Pretende que todos los países impongan su socialismo del siglo XXI, sus casas del Alba, su política de enfrentamiento a Estados Unidos y su vasallaje a Rusia e Irán, sus nuevos amos. Por eso, asimismo, pronosticamos la debacle de la novísima Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) si pretende ser un organismo confrontacional con Estados Unidos y que busque debilitar a la Organización de Estados Americanos, como lo anunció el mandatario ecuatoriano.

Venezuela se ha entregado a Rusia, su compra de armas llega a cifras astronómicas, unos 34.485 millones de dólares en compra de armas y convenios energéticos, además le ha ofrecido bases militares. Es preocupante, sí. Pero, ¿algún país hizo escándalo?

Volviendo al tema que nos ocupa, la política de seguridad ciudadana del presidente Uribe es eficaz. Ya hemos ilustrado estadísticamente que han bajado los secuestros, los atentados, las plantaciones ilegales de coca. Miles de subversivos han depuesto las armas y la sociedad colombiana está empezando a vivir en paz y para continuar con esta política, necesita implementar mejor el Plan Colombia y una nueva contraofensiva antiterrorista. En el combate contra el narcotráfico hay corresponsabilidad de productores y consumidores, por lo tanto la lucha es también de los Estados Unidos y de los países europeos.

Colombia es un país soberano. Se encuentra en guerra contra el narcotráfico y el terrorismo. Nadie puede objetarle nada y si desea dar facilidades a los norteamericanos en la bases de Palanquero, en Málaga y Cartagena, es su decisión soberana. La gira del presidente Uribe no estará acompañada de estruendo, sólo informará a sus colegas los detalles del convenio, para que no se vean tergiversados en la próxima cumbre de la Unasur, a donde no acudirá, como tampoco lo hará el presidente García, de acuerdo a lo anunciado recientemente.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

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lunes, 3 de agosto de 2009

El Papa sabe a quién envió a Ayacucho. Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 3 de agosto de 2009

El Látigo del Rufus

El Papa sabe a quién envió a Ayacucho

Ricardo Sánchez-Serra*

Mucho se ha maquinado sobre la actuación del entonces arzobispo de Ayacucho, Juan Luis Cipriani, durante la época del terrorismo, pero el solo hecho que su santidad Benedicto XVI lo haya designado como su enviado especial a esa región, conmemorando el 400 aniversario de la Diócesis de Huamanga, le da su inequívoco respaldo. Lo demás son fábulas.
Monseñor Cipriani fue vilipendiado injustamente por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), que señaló que no fue firme en la defensa de los derechos humanos. Hasta le inventaron supuestos letreros colgados en el arzobispado ayacuchano y fue tanta la campaña publicitaria en su contra que muchos creyeron el infundio. Pocos saben que la CVR ni siquiera recogió el testimonio del cardenal.

Pero volvió triunfante a esa tierra entrañable y como él mismo expresó: “Mi corazón se quedó en Ayacucho y sigue en Ayacucho”, recibiendo el aplauso de cientos de ayacuchanos que no lo olvidaron, que reconocen que la iglesia estuvo a la altura de las circunstancias en la lucha contra el terrorismo, que recuperó muchos templos y reabrió el Seminario Mayor de Huamanga.

Monseñor Cipriani había recibido innumerables amenazas de muerte que no lo amilanaron y siguió condenando el accionar terrorista y censurando los excesos de algunos militares y policías.

En la cariñosa carta que dirige el papa al cardenal Cipriani para que lo represente en Ayacucho, dice: “Dirigimos nuestro pensamiento hacia ti, venerable hermano nuestro, encontrándote enteramente idóneo para prestar este servicio y realizarlo espléndidamente, puesto que aquellos lugares te han sido totalmente familiares y has conocido claramente el alma y la realidad de aquellas personas. Por tanto, movidos por un gran afecto, te constituimos y proclamamos venerable hermano, nuestro legado extraordinario, para presidir la celebración de la mencionada conmemoración”.

Y, prosigue, “de este modo, mostrarás nuestra benigna voluntad a todos los organizadores y fieles allí reunidos, pues aunque estemos separados por una gran distancia, estamos presentes por el espíritu. Quisiéramos que impartas a todos, en nuestro nombre, la bendición apostólica, que sea signo de renovación de las almas y testimonio de las gracias sobrenaturales futuras”.

A su vez monseñor Cipriani, en su homilía a los ayacuchanos, recordó la enorme labor de la iglesia durante estos 400 años a favor de los más pobres, primero como misioneros y luego como pastores, además de elogiar la labor de los obispos y arzobispos, como Federico Richter y Luis Sebastiani, entre tantos otros que trabajaron incansablemente para “consolidar la fe de los creyentes”.

Rindió homenaje, asimismo, a las órdenes y congregaciones religiosas que en estos cuatro siglos enviaron con generosidad preclaros sacerdotes, religiosos y religiosas que entregaron su vida sirviendo a los hijos de estas tierras, como los franciscanos, agustinos, mercedarios, jesuitas, dominicos, San Juan de Dios, carmelitas, redentoristas, salesianos y las de vida contemplativa que iluminaron “desde los albores de la primera evangelización ese esfuerzo misionero, con su adoración silenciosa, desde los claustros de los conventos de Santa Teresa y Santa Clara”.

Elogió, igualmente, a la Madre Covadonga, “como señal del trabajo de todas las religiosas, de todos los sacerdotes, de todos los catequistas que han impulsado proyectos asistenciales, de salud, de nutrición, de formación de la mujer, de acogida de los niños huérfanos, de las madres campesinas. Dios y este noble pueblo les pague toda esta tarea y ellos son testigos de esta inmensa labor de la iglesia en estos 400 años”.

“Por eso –prosiguió monseñor Cipriani- la labor que hace la iglesia en beneficio de los más pobres ni es política, ni es ideológica, es la labor en nombre de Cristo por la dignidad de las personas humanas y siempre lo ha hecho y lo seguirá haciendo”.

El Papa sabe a quién envió a Ayacucho.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

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