PUBLICADO EN GENERACCION:
http://www.generaccion.com/noticia/171152/marruecos-atenta-contra-libertad-expresion-peru
http://resistenciasaharaui.saltoscuanticos.org/marruecos-atenta-contra-la-libertad-de-expresion-en-peru-por-ricardo-sanchez-serra/
http://www.porunsaharalibre.org/categoryblog/4474-marruecos-atenta-contra-la-libertad-de-expresion-en-peru#.UIWmQcW7UXw
http://www.saharaui.cl/index.php/noticias/1017-marruecos-atenta-contra-la-libertad-de-expresion-en-peru-
Marruecos
atenta contra la libertad de expresión en Perú
Por Ricardo Sánchez-Serra*
La libertad de expresión es
un derecho inherente al ser humano. Es esencial para la vida, para la marcha de
la sociedad y para el fortalecimiento democrático.
No se puede concebir una
vida libre, con satisfacciones económicas, pero sin libertad de opinar. Sin
ello un ser humano no está completo y pone en peligro la civilización.
Las sociedades con
regímenes opresivos y que tienen como característica coactar la libertad de
expresión, no son felices, el hombre está degradado a ser un animal enjaulado.
Por ello, la defensa de la
libertad de expresión no basta que sea solo de organismos o instituciones, es
un deber de cada ciudadano. Es como defender a tu propio ser, a tu familia. La
violación de este derecho a una sola persona no puede ser indiferente a los demás,
sería gravísimo para la propia existencia de la sociedad dejar pasar un caso,
por mínimo que sea. Incluso los que tenemos la oportunidad de escribir en algún
medio, debemos asumir el deber de ser la voz de los sin voz.
Hay muchos periodistas en
el mundo que son asesinados y son perseguidos por sus ideales. Hay pueblos en
el mundo que aún están oprimidos. La indiferencia o el silencio nos hacen
cómplices de los crímenes y de la tiranía.
A
la opinión pública
Es lamentable que tenga que
denunciar a la opinión pública mi caso personal. Salvo en conversaciones
informales, no he puesto en conocimiento de las instituciones defensoras de los
derechos humanos, incluida la libertad de expresión, la persecución de la que
estoy siendo objeto por parte de la embajadora de Marruecos en Perú, Oumama Aouad, por denunciar los
atropellos de su gobierno y la defensa de los derechos del pueblo saharaui, que
muchas naciones del mundo, incluida las Naciones Unidas, son solidarias con
esta nación, cuyo territorio ha sido invadido por Marruecos en 1975.
El proceder casi intangible
de esta embajadora hace que sus lacayos me acusen de victimización o que sufro
de “delirio de persecución”. Pero las pruebas están a la vista, en varios medios
que escribo ya no puedo referirme a la cuestión saharaui. Sus prebendas e
invitaciones a su país han silenciado mis colaboraciones. Felizmente aún tengo
algunas tribunas valientes que no han cedido a sobornos disfrazados.
Lo normal sería que sobre
lo que escribo, ella opine en el mismo medio mediante una carta o columna, pero
no, el objetivo es silenciarme, pero no a mí intrínsecamente, sino a la defensa
del tema saharaui. Su actitud sobrepasa su misión diplomática y atenta no solo
contra mi libertad de expresión, sino que se entromete ya en los asuntos
internos de mi país.
El gobierno marroquí no
quiere que los periodistas se refieran a la opresión contra el pueblo saharaui
y aprovechan de la lejanía y el desconocimiento que se tiene sobre el tema,
para desinformar sobre su problemática, y desgraciadamente muchos ingenuamente
le creen porque no se toman la molestia de investigar.
¿Libertad
de expresión en Marruecos?
Es claro que su actitud es
criticable pero también comprensible, porque en Marruecos no hay libertad de
expresión. Y creen natural que cualquier análisis crítico debe ser silenciado.
Cualquiera que critique al rey va preso, sus publicaciones censuradas e incluso
las extranjeras como la española El País, porque publicaba extractos de un
libro de reciente aparición en Francia titulado “Le Roi Prédateur. Main Basse
sur le Maroc”, que relata el enriquecimiento de Mohamed VI en los últimos años.
Asimismo, otro número de El País también fue prohibido por reproducir una
caricatura del Rey. Los semanarios franceses 'Le Nouvel Observateur' y
“Pelerin” también fueron
censurados. Igualmente prohíben el ingreso de numerosos periodistas extranjeros
–y hasta de eurodiputados- a los territorios saharauis invadidos por Marruecos.
Reporteros Sin Fronteras
acaba de denunciar el pasado 9 de octubre “su preocupación por la multiplicación de los atentados a la libertad de
información en Marruecos. Algunos periodistas, como Ali Lmrabet,
son víctimas de un verdadero hostigamiento por haber criticado a ciertos
políticos o haber abordado un tema relacionado, directa o indirectamente, con
el rey de Marruecos.
“Los periodistas marroquíes
deben poder trabajar libremente. Los abusos cometidos por miembros de la
policía nacional y del servicio inteligencia son preocupantes. Hacemos un
llamado a al gobierno marroquí y a las autoridades de Tetuán para que tomen todas
las medidas necesarias para proteger a Ali Lmrabet y pongan fin a la campaña de
acoso que padece el periodista por el simple hecho de ejercer su derecho a la
libertad de expresión”.
Reporteros sin Fronteras
recuerda que el 4 de octubre de 2012 el gobierno marroquí decidió
arbitrariamente retirarle la acreditación al periodista de la Agencia France Presse Omar
Brouksy, quien incluso fue agredido.
La razón mencionada oficialmente es la difusión “de una noticia poco
profesional” sobre las elecciones legislativas parciales en Tánger.
Otro periodista marroquí, Hamid Naimi, tuvo que refugiarse en
Francia en el 2005, por las continuas amenazas de muerte, al haber denunciado
la corrupción en diversos estamentos marroquíes.
El periodista Rachif Nini fue condenado a un año de
prisión por “ataque a las instituciones del Estado”. Walid Bahomane y Abdelsamad
Haydour, fueron condenados por “atentar contra la persona del rey”. Todo
ello en el último año. RSF sigue denunciando las recientes medidas de censura
que han tomado las autoridades marroquíes contra los medios de comunicación,
así como por la represión en la Red.
El periodista Aboubakr Jamaï huyó después de ser
perseguido, tras el cierre del semanario que fundó, Le journal hebdomadaire. “No hay
periodistas muertos en Marruecos, pero se usan otras tácticas… La libertad de
prensa ha sido prácticamente asesinada”, dijo.
Marruecos ocupa el lugar
138 de entre 179 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa
2011-2012 de Reporteros sin Fronteras.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú
debe tomar cartas en el asunto y llamar la atención a la embajadora Oumama
Aouad por entrometerse al coactar la libertad de expresión en el Perú.
¡No
señora embajadora, NO queremos que nos exporte su “ejemplo” de “libertad” de
expresión en Marruecos!
*Periodista. Miembro de la
Prensa Extranjera. Analista internacional
Twitter: @sanchezserra