http://larazon.pe/2018/10/09/jorge-munoz-y-las-elecciones/
Jorge Muñoz y las elecciones
Ricardo Sánchez
Serra
Es muy pronto tener
una lectura del excepcional triunfo de Jorge Muñoz Wells para la alcaldía de
Lima, pero trataremos de brindar una análisis primigenio.
Definitivamente el
debate fue el punto de quiebre. Un Muñoz bien plantado técnicamente, con un
hablar pausado y seguro de sí mismo, resaltó frente a los demás contendores,
que peleaban como en el Coliseo Romano, con la excepción de Enrique Cornejo (ducho,
pero con una pesada mochila) y Luis Castañeda, una revelación para futuras
elecciones.
Los punteros del
momento, Reggiardo y Belmont, fueron derrotados por su soberbia o mal
aconsejados por sus asesores, al rehuir el debate. La ciudadanía lo vio como un
desaire y los castigó en las ánforas, además mucha gente creyó en la propaganda
de sus adversarios que era el segundo candidato fujimorista, ello le fue
nefasto. En el caso de Belmont, si bien dio marcha atrás, su presentación fue
desastrosa.
Muñoz realizó una
campaña muy austera y demostró que el dinero
ayuda, pero no es decisivo para triunfar en una campaña electoral. Véase el
caso de Manuel Velarde -un desastre como alcalde de San Isidro- y sin embargo
invirtió millonarias sumas en su candidatura, con un resultado calamitoso.
Urresti se sentía
ganador, porque él representaba la seguridad ciudadana, en una Lima desbordada
por la delincuencia. Se pensó que con su absolución de las acusaciones de
asesinato, a cuatro días de las elecciones, subiría aún más. Pero fue un
bumerán. El pueblo se solidarizó con la familia Bustíos y además, castigó la
prepotencia, la chabacanería.
En esos días ya
Muñoz seguía subiendo, alguien calculó que obtenía 150 mil votos diarios
(muchos despistados creían que las encuestadoras lo inflaban) Pero la amenaza
de que ganara Urresti, despertó el “voto perdido”. Los ciudadanos abandonaron a
Belmont, Reggiardo, Castañeda, Cornejo y Beingolea y los indecisos se
manifestaron. Muñoz brindaba seguridad, seriedad y honestidad. En esta vorágine
de candidaturas, el símbolo de Acción Popular, “La Lampa”, era conocido y
garantía de profesionalismo y honestidad, como Belaunde y Paniagua.
Como señalé en mi
twitter: “Jorge Muñoz, como buena locomotora, jaló a sus vagones en varios
distritos de Lima”. El efecto arrastre cundió y Acción Popular logró más de una
decena de distritos, destacando Pedro Rosario en el Rímac, Augusto Cáceres en
San Isidro, Jorge Quintana en Jesús María, Carlomagno Chacón en Magdalena del
Mar, Stephen Haas en Pueblo Libre y Abrahan Chávez en San Martín de Porres,
entre otros.
No voy a referirme
a los partidos políticos perdedores que fueron borrados del mapa por la
ciudadanía, por razones de desprestigio, corrupción, falta de renovación o
democracia interna y errores de conducción. Harán su autoexamen.
¿Muchos se
preguntan si los votantes han madurado? Muy pronto para responderlo, veremos
otras elecciones. Por lo pronto, en esta elección, reaccionó positivamente. Les
pongo 20, faltan otros parciales.
@sanchezserra
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