viernes, 21 de agosto de 2009

Panorama peliagudo para Colombia

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 21 de agosto de 2009
El Látigo del Rufus


RICARDO SÁNCHEZ-SERRA (*)

La revista The Economist afirmó que la “diplomacia y las relaciones públicas no son las fortalezas de Colombia”. Se equivoca. Colombia tiene un par de malos vecinos al este y al oeste –y uno lejano, al sur-, con los dientes afilados, porque no se somete a los ucases de Chávez, al antinorteamericanismo y su quimérico socialismo del siglo XXI.
En su accionar político, el presidente Alvaro Uribe ha demostrado tener valores, siendo sus fortalezas la franqueza y la honestidad, calidades que desconocen completamente sus colegas de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales y de Venezuela, Hugo Chávez.

Hoy vientos de guerra azotan la región, a decir de Chávez, y está provocando a Colombia, so pretexto de su acuerdo militar con Estados Unidos, para iniciar una confrontación bélica –está hostilizando a los ciudadanos colombianos en la frontera y pretende apoderarse de las empresas colombianas en Venezuela-, para ocultar sus vínculos militares con Rusia e Irán y su evidente apoyo a las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El dictadorzuelo venezolano pretende poner en el paredón a Uribe –por su acuerdo militar- en la próxima cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el 28 de agosto, que se celebrará en Bariloche, Argentina. Uribe, con buen tino, afirma que iría pero que también se ponga en el tapete los acuerdos militares de otros países de la región. Esperemos que la agenda sea ésta, porque de lo contrario será una emboscada a Colombia.

La gira de Uribe fue magistral porque con argumentos –y además esgrimiendo los principios de no intervención y respeto a su soberanía- bloqueó una posible condena o preocupación de la Unasur en la reunión de Quito, en la que países como Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, no se prestaron al juego del llanero.

Valga recordar que previamente el Perú mostró su total respaldo a Bogotá. Argentina, por su parte, para aplacar los vientos de guerra de Chávez, ofreció inteligentemente su territorio, pero desgraciadamente no tiene voto propio. Mucho hizo Caracas por Buenos Aires en momentos financieros apremiantes y puede ser comprensible, aunque jamás deben dejarse los principios de lado.

Los demás países deben deducir que Chávez azuza a la guerra para paliar sus problemas internos, como la inflación galopante, pugnas con la prensa y la Iglesia, las protestas por el cambio en la educación, y así pretender que los venezolanos cierren filas, como Hitler lo hizo con los alemanes, además de distraer a la opinión pública internacional.

El acuerdo colombo- norteamericano, hay que mencionarlo por enésima vez, se circunscribe sólo a Colombia, enfocado en la lucha contra el narcotráfico, el crimen transnacional y el terrorismo –que incluye compartir información de inteligencia en tiempo real- y que Estados Unidos no podrá hacer operaciones desde el territorio colombiano hacia otros países. Uribe necesita el apoyo final al Plan Colombia y a su política de seguridad ciudadana, exitosa desde el año 2002, bajando los secuestros un 88 por ciento, las masacres en 96% y los atentados terroristas un 79 por ciento.

De otro lado, con la magnanimidad que lo caracteriza, el presidente Uribe vuelve a extender la mano de amigo a Ecuador, con una nueva disculpa por la intervención colombiana en el campamento de las FARC, que produjo no sólo la muerte del número dos “Raúl Reyes”, sino que permitió la invalorable requisa de las computadoras, que traslucieron toda la telaraña de las conexiones del grupo terrorista, incluyendo el apoyo de Venezuela y Ecuador a los subversivos, y que recientemente fue reconfirmado en el video del “Mono Jojoy” el apoyo financiero de las FARC a la campaña presidencial de Correa, quien vuelve a poner condiciones a Colombia para normalizar relaciones. Pero si Caín está vivo….

Volviendo al tema central que nos ocupa, cabe puntualizar que, si algunos colombianos piensan que Estados Unidos los va a apoyar ante una agresión militar de Chávez, están muy equivocados. El triste recuerdo de la Guerra de las Malvinas es un ejemplo. El entonces presidente argentino, general Leopoldo Fortunato Galtieri, firme aliado de Estados Unidos y su política en el mundo, sufrió un chasco cuando pensó que Washington lo respaldaría.

Si bien esta reminiscencia no es muy feliz, ni parecida, ni adecuada, porque está muy lejos de ambas circunstancias, es un antecedente válido. Además, si Estados Unidos fuera el aliado ideal de Colombia, ya habría aprobado el Tratado de Libre Comercio. Por ello, Colombia debe valerse en principio por sí sola y tener la capacidad disuasiva suficiente.

Ir a Bariloche es jugar a la ruleta rusa y estar dependiendo de un deshoje de margaritas: “este me quiere, este no me quiere”. El presidente Uribe ya dijo lo que tenía que decir y lo dijo claramente.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.
/Email: sanchez-serra9416@hotmail.com /


Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

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