Terrorismo y publicidad
Ricardo Sánchez Serra
La prensa está
enferma, la sociedad está pudriéndose. Esto es lo primero que pensé luego de
ver la cobertura en vivo a la salida de la terrorista no arrepentida Martha
Huatay y anteriormente la de Maritza Garrido Lecca. Es justamente lo que
quieren estos malditos terroristas, más aún que ninguno de ellos ha mostrado
arrepentimiento por sus acciones y ni han pedido perdón a los deudos.
La sociedad podrida
ve las imágenes de esas insanas terroristas como heroínas que resistieron la
cárcel, victimizadas por las “crueles” leyes, todavía suavizadas de cadena
perpetua a 25 años de prisión, cosa que no debió ocurrir, además para ahorrarse
el espectáculo que vemos hoy.
¿Volverán estos
falsos ídolos al terrorismo? Es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos que
vivimos ese infierno en la década de los ´80 y ´90. Afortunadamente el ministro
de Defensa, Jorge Nieto, señaló que estos criminales serán vigilados.
Y esta cobertura a
terroristas tienen desgraciadamente más publicidad que las muertes de valientes
militares y policías, en el VRAEM y otras partes del país.
Los medios
televisivos, en su mayoría, imponen la cultura de sangre y violencia a los
telespectadores y nadie pide que se les reprima, sino que se autocontrolen.
Esto no es un “cowboyada”. Deben ser conscientes que los medios construyen
sociedad, pero la competencia por el maldito rating destruye principios y
valores.
En esta ola de
brindar violencia a los televidentes son culpables la policía y fiscalía. La
policía da sus claves a los medios de difusión, para quedar bien con ellos.
“Hay un A5 en la Costa Verde”, que traduciendo sería “accidente con muerte” o
un A8 en la calle tal de La Victoria (asesinato), esas comunicaciones las
recibe la prensa y hasta se ha dado el caso que la prensa llega primero que la
policía.
Los videos de
sangre son dados por la policía o la fiscalía a la prensa por lo bajo. ¿No es
una irresponsabilidad que hasta puede arruinar una investigación? Sobre esto el
Ministerio del Interior y el Poder Judicial tienen la palabra.
No hay que
inyectarle violencia y el morbo a la gente. Construyamos una sociedad pacífica,
empezando desde la familia, la escuela y que contribuyan a ello los medios de
comunicación. Que el rating no los ciegue. Las empresas para poner publicidad
se fijan en el rating, pero no hay que olvidar que es el Estado el primer
anunciante y el que debe poner las reglas.
@sanchezserra
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