http://fpp.org.pe/2017/07/19/cancilleria-con-cuidado/
Cancillería, con cuidado…
Ricardo Sánchez
Serra
Los que conocemos algo, algo, de
nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, es que no les simpatiza que un
profano pueda sugerirles o recomendarles una pizca en un tema internacional.
Ellos son, sin duda, los
profesionales de la diplomacia. Se han quemado las pestañas muchos años y han
pasado por innumerables experiencias que los hacen curtidos en las relaciones
con los países, en las negociaciones individuales o por bloque, en los “toma y
daca” en las votaciones en las Naciones Unidas.
La diplomacia peruana es prestigiosa
y está bien considerada y por ello –y entre muchas satisfacciones - a partir
del próximo año ocuparemos un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad.
Los grandes maestros como Alberto Ulloa, Carlos García Bedoya, Juan Miguel
Bákula o Javier Pérez de Cuéllar, sembraron y cosecharon una gran estirpe de
diplomáticos.
Aún así, conociendo su gran
experiencia, me permito transmitirles unas palabras, que como señala
Rochefoucauld: “Es necesario tener tanta discreción para dar consejos, como
docilidad para recibirlos”.
El Perú y Ecuador estaban
conversando sobre la construcción de un muro en la frontera que acompaña al Parque
Lineal Huaquillas y que motivó la protesta peruana. En medio de las
conversaciones, nuestra Cancillería decidió “llamar en consulta” a nuestro
embajador en Quito, Hugo Otero
Pregunto y solo pregunto ¿era
necesaria esa medida? ¿No se pudo seguir dialogando? ¿No se supo ser más
tolerante?
Y lo menciono por un antecedente:
las relaciones peruano-ecuatorianas se encuentran en un gran nivel, como nunca
en nuestra historia. Gracias a ello, por ejemplo, Ecuador no quiso participar
–pese a la presión chilena- como tercero en el diferendo marítimo
peruano-chileno en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Está claro que por esa “deuda”,
digámosle así, no debemos permitir algún exceso ecuatoriano. Pero ¿no había
otra salida que cortar la rueda de consultas y retirar a nuestro embajador? Y
vuelvo a preguntar ¿No se pudo ser más tolerante?
De otro lado, hay fuertes presiones
a la Cancillería para que se expulse al embajador venezolano, Diego Molero.
Está claro que la Cancillería no se deja presionar, porque además, los
intereses nacionales están por encima de otras propensiones.
Mi opinión es que, pese a los
antecedentes y dimes y diretes entre nuestras autoridades y las venezolanas y
comunicados van y comunicados vienen, no se debe llegar a esa medida extrema.
Ya el Perú retiró definitivamente a su embajador en Caracas. No lo han hecho
otros países de la región, pese a que en estos casos las cancillerías actúan en
bloque. Respeto la decisión soberana del Perú, aunque no necesariamente la
comparto.
Estoy firmemente convencido que una
expulsión del embajador Molero, no ayudaría a nuestros connacionales, motivaría
que a su vez por reciprocidad el gobierno venezolano eche a nuestros
diplomáticos y podría considerarlo como una agresión.
Recuérdese, como ejemplo, la
hostilidad reciente de Arabia Saudita contra Catar, que motivó incluso que este
último país expulse a todos los ciudadanos sauditas. No digo que Venezuela lo
vaya hacer con los peruanos, pero tampoco es ciencia ficción.
Los diálogos deben continuar, la
tolerancia debe proseguir. Las medidas extremas conllevan a medidas radicales. No
es conveniente la escalada. Solo exhorto a la prudencia y más prudencia.
@sanchezserra
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