Deshojando margaritas por Fujimori
Ricardo Sánchez
Serra
Tanto los entonces
candidatos a la presidencia Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori dijeron en
campaña que no indultarían a Alberto Fujimori. PPK afirmó que no se opondría a
una amnistía otorgada por el Congreso para que los presidiarios de más de 75
años puedan culminar la pena en su casa.
El notable
periodista Juan Paredes Castro al presentar su libro “La Presidencia Ficticia”
–aparte de mencionar la gran labor de Valentín Paniagua como mandatario, pero
es tema de otro artículo- mencionó, no sin antes recordar las abundantes
críticas contra Fujimori en su obra, que en la balanza de la historia pesan más
los logros del gobierno del expresidente que sus defectos.
Recordó que venció
al terrorismo, reinsertó al Perú en la economía mundial, reordenó la economía
derrotando a la galopante inflación e hizo la paz con Ecuador.
Se presiona
mediáticamente a PPK por un indulto que no prometió. El fujimorismo está
dividido en el Congreso por si otorga la prisión domiciliaria. Lo que no se debe
hacer es calcular políticamente la medida.
No se necesita ser
un analista político para pensar que la libertad o la prisión domiciliaria de
Fujimori lo convertirían en el líder indiscutible del fujimorismo y su hija
Keiko –a pesar de su vital esfuerzo de erigir a su partido como el líder de la
oposición- pasaría a un segundo plano.
El odio de la
izquierda es visceral, debido a que venció a sus brazos armados, a Sendero
Luminoso y al MRTA. La animadversión vargasllosista es comprensible, lo derrotó
en las urnas. La malquerencia de los “libres” es por envidia, mezquindad o una
respetable opinión.
Lo que no hay
derecho es que al expresidente Fujimori, viejo y enfermo, le den esperanzas y
se las quiten. Esto tiene un nombre: se llama sadismo.
Y como señala el
propio Alberto en un tuit: “la única realidad es que solo muriendo o estando en
fase terminal podría salir en libertad”.
Pero lo más realista
y asequible hoy es la prisión domiciliaria. El expresidente es libre de
aceptarla o no, con lo que a mi parecer ya sería un capítulo terminado, oleado
y sacramentado.
@sanchezserra
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