Reitero mi comentario:
¿Tiene algo de difamatorio mi artículo contras las naciones árabes como lo sostiene injuriosamente la embajada de Marruecos? ¿O es una maniobra de la embajada de Marruecos para que la obstinación de su personal contra mi, la extienda a otras naciones árabes haciéndoles creer que soy un periodista antiárabe?
La embajadora de Marruecos, Oumama Aouad, está enferma de odio contra mí y está siempre elucubrando cómo desprestigiarme.
Espero que su "guerra personal" no la extienda a atentar contra mi integridad física o la de mi familia. En todo caso, la hago responsable si sucede algo.
Publicado en el diario La Razón, el 22 de enero de 2014
Un súper ejército contra la
Primavera Árabe e Israel (II)
Por Ricardo Sánchez Serra
El ejército panárabe proyectado por Arabia Saudita,
aparte de defender las monarquías del Golfo, se convertirán en una fuerza de
resistencia contra Irán y con gran posibilidad de ser utilizadas ante un
conflicto con Israel.
Esto último me hace rememorar que cuando se creó el
Estado judío en 1948, cinco ejércitos árabes lo invadieron y fueron derrotados.
Debido a esa fallida intervención, los propios árabes boicotearon la creación
del Estado palestino -que había sido dispuesto por las Naciones Unidas-, y un
proceso de paz que hasta ahora no culminan.
En pleno siglo XXI, es todavía increíble que ninguno de
los países árabes reconozca a Israel, aunque tienen que respetarlo. La
seguridad la tiene que garantizar él mismo, aunque Estados Unidos está
comprometido en ella igualmente, como lo acaban de reafirmar tanto el
presidente Barack Obama, como su secretario de Estado John Kerry, que una y
otra vez está presentando soluciones al conflicto entre israelíes y palestinos.
Las buenas relaciones de Estados Unidos con Arabia
Saudita y Catar deberían de alguna manera dar relativa tranquilidad al Estado
de Israel, pero Catar está lleno de contradicciones, porque, por una parte, es
un aliado occidental y por la otra, asiste a movimientos islamistas radicales.
De igual manera se comporta Arabia Saudita al apoyar, entre otros grupos
terroristas, a la organización Estado
Islámico de Irak y el Levante, ligada a Al-Qaeda.
Actualmente, Arabia Saudita ha enviado tropas a la
frontera con Yemén para luchar contra la tribu houthi, de tendencia chiíta.
Aparte de ello crearán otro ejército, pero solo saudí, de 100 mil hombres de
intervención rápida, también para reprimir las protestas y las exigencias de
mayor libertad.
Son muy preocupantes las
declaraciones a Press TV de Sabah Jawad, líder de los demócratas iraquíes contra la ocupación, con sede
en Londres: “Los sauditas están
muy interesados en reforzar su campaña en Siria y crear el caos en el Medio
Oriente. Mira lo que está sucediendo en el Líbano, mira lo que está sucediendo
en Irak, Yemen e incluso en Rusia (la inteligencia rusa señala que Arabia
Saudita está involucrada en los ataques terroristas en Volgogrado). Este
régimen saudita se ha vuelto loco. Ellos saben que no pueden sobrevivir en el
siglo 21, por lo que quieren mantenerse en el poder mediante la creación de
guerras sectarias en el Oriente Medio”.
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