Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 23 de setiembre de 2008
El Látigo del Rufus
Ricardo Sánchez-Serra*
Los siete millones de asegurados han visto aliviados sus males luego que los sindicatos de médicos, enfermeras y tecnólogos han levantado la ilegal e injusta huelga indefinida, convocada bajo el pretexto de un bono de gestión, cuando en verdad se realizó en solidaridad con la huelga médica del sector Salud.
El levantamiento de la huelga se debe no a que las exigencias de los gremios hayan sido atendidas, sino a que los directivos de Essalud, presididos por Fernando Barrios Ipenza, demostraron firmeza y responsabilidad en defensa de los millones de asegurados e incluso estaban listos a publicar la primera lista de despedidos por la ilegal huelga, sino también porque esa paralización “hacía agua” y prácticamente había fracasado en todo el país.
Los sindicatos, viendo la ruina de su huelga, no les quedó otro remedio que sentarse a conversar y evitar los despidos, que ellos mismos habían inducido perjudicando a sus cándidos agremiados, aunque publicitariamente maniobraron ante la opinión pública afirmando que sus reclamos habían sido atendidos y que el bono se iba a pagar, como si fuera un gran logro de sus gremios, cuando ya el presidente de Essalud había anunciado que se pagaría en forma meritocrática (y que lograran alcanzar la meta de incrementar en diez por ciento su producción) –después del 20 de setiembre- siempre y cuando levantaran las medidas de fuerza. Los médicos, enfermeras y tecnólogos no deberían ser borregos de su camarilla sindical, pues ya son mayorcitos de edad y deberían diferenciar cuándo es una huelga meramente política y caprichosa –que hasta los puede dejar sin trabajo y no los salvará ni Dios-; y, por otro lado, una verdadera, en defensa de sus derechos que hayan sido incumplidos.
Hace bien el presidente de Essalud al disponer que las demandas laborales los vea en primera instancia el jefe de personal, y en segunda instancia, un Comité de Relaciones Laborales –que preside Félix Ortega- y no él, puesto que, desgraciadamente, no pocos dirigentes sindicales son serios y están acostumbrados a dar versiones distintas y antojadizas de lo acontecido en las reuniones.
La presidencia de Essalud está por encima de esas discusiones. Su prioridad es “brindar una atención integral con calidad y eficiencia para mejorar el bienestar” de los asegurados. Asimismo, ¿pedir que los médicos mejoren la atención y que atiendan uno o dos pacientes más diariamente es irracional?
Esta administración de Essalud ha demostrado ser seria y responsable, para bien de todos los asegurados y trabajadores. En corto tiempo tiene proyectado construir 20 hospitales –ya van 5- ¿alguien se acuerda cuándo fue el último hospital construido antes de esta gestión?; además, han comprado más de siete mil equipos médicos, ¿alguien se acuerda cuándo fue la última gigantesca compra? y se ha contratado a más de 1.500 galenos. ¿A quién beneficia este arduo trabajo? A todos los asegurados.
La irresponsabilidad del gremio médico es manifiesta. Ahora dicen que la suspensión de la huelga es sólo una medida temporal. ¿Tiene que estar Essalud chantajeado todos los años con el pliego de reclamos? Esta situación debe acabar por el bien del país. ¿Acaso todos los gremios de todas las empresas tienen que presentar un pliego de reclamos anualmente e irse a la huelga indefinida todos los años? ¡Qué absurdo! Así el Perú no avanza.
Como la democracia no debe, ni puede, estar de rodillas ante las amenazas de los alocados médicos, ni tampoco el Estado debe, ni puede, dejar abandonados a los enfermos, deben comenzar los despidos al tercer día de faltas –de acuerdo con las leyes laborales-, contratar a los galenos que sí quieran trabajar y reforzar la seguridad de los hospitales para asegurar la atención a los pacientes. ¡No más chantajes!
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