http://larazon.pe/opinion/35592-sistema-de-partidos-politicos-desgracia-nacional.html/
En GENERACCION: http://www.generaccion.com/noticia/203565/ricardo-sanchez-serra-sistema-partido-politicos-desgracia-nacional
En web Federación de Periodistas del Perú: http://www.fpp.org.pe/sistema-de-partidos-politicos-desgracia-nacional/
PERUUNFORMA.COM: http://peruinforma.com/opinion-2/sistema-de-partidos-politicos-desgracia-nacional-por-ricardo-sanchez-serra/
En web Federación de Periodistas del Perú: http://www.fpp.org.pe/sistema-de-partidos-politicos-desgracia-nacional/
PERUUNFORMA.COM: http://peruinforma.com/opinion-2/sistema-de-partidos-politicos-desgracia-nacional-por-ricardo-sanchez-serra/
Sistema
de partidos políticos, desgracia nacional
Resulta francamente
lamentable que Gana Perú, partido del gobierno, haya perdido 16 congresistas.
No voy a incidir en los motivos, algunos tal vez justificables y la gran
mayoría con cálculos electorales ante la cercanía de los comicios generales.
La excusa, la misma: “soy
fiel a mis principios y no al partido”, “soy leal a mis promesas, no a
personas”. Pero ¿cuánto es cierto y cuánto son galimatías?
Igual sucedió con Unidad
Nacional de Lourdes Flores y con la Alianza para el Gran Cambio de Pedro Pablo
Kuczynski. Luego de elegidos al Congreso “si te vi, no me acuerdo”. La
“desintegración” no solo es oficialista.
El gobierno de Humala se
termina, los políticos buscan la supervivencia. Dicen que los políticos, son
como los toreros: nunca se retiran; y si mueren -que nunca mueren- resucitan.
Se transforman, como el
pulpo mimo de Indonesia, que se convierte en cangrejo, medusa o serpiente. O se
creen el dios Zeus, que se conmutó en cisne para seducir a Leda; o son como
Loki, el dios del engaño, que se permuta en caballo o salmón. El arribismo qué
mal hace a la democracia.
Los tránsfugas y los
“outsiders” son la consecuencia del desastroso sistema de partidos políticos
que impera en el Perú. No hay una ley adecuada. Los propios partidos se
desacreditan con sus tramposos comicios internos, dejando de lado la aparición
de nuevas figuras políticas.
Los viejos líderes –o sus
nuevos dirigentes- no quieren perder el poder, ya les sedujo y les encantó, en
el sentido mágico de la palabra, por lo que cambian los estatutos, manejan la
asamblea de manera corrupta: comprando votos, prometiendo puestos, o incluyendo
directivos de comités inexistentes.
Además, se invita para
integrar las listas a personajes oscuros, pero con cierto arraigo popular, o que
tienen dinero, sin importar sus valores o principios. Esa es nuestra realidad y
los grandes culpables somos también los electores, que escogemos mal a los congresistas
que nos representan y nos quejamos por los escándalos que provocan, olvidando
que nosotros los favorecimos. La historia se repite y lo cierto es que sus
lecciones no se aprovechan.
El voto preferencial fue
una medida circunstancial, ante la tiranía de los partidos. Debe abolirse, sí.
Pero tendremos que exigir que impere la democracia interna y la decencia en los
partidos, que no existe.
Se debe tomar en cuenta,
asimismo, lo que señala la encuesta de Vox Populi: “La crisis profunda de la política, debido a la falta de valores políticos
y la corrupción sistemática, lleva a que una mayoría (74%) considere que sería
positivo que personas con valores religiosos estuvieran en el gobierno”.
Otra monstruosidad es la
existencia de agrupaciones políticas que son “vientre de alquiler”, gran
negocio de sus propietarios, quienes se vuelven millonarios luego de cada
elección. Tiene que verse la forma que desaparezcan estos aventureros.
Y, por último, para el
fortalecimiento de los partidos, la valla electoral debe elevarse y en caso de
alianzas debe multiplicarse el porcentaje, para evitar que las agrupaciones “enanas”
se junten solo para superar la valla. Además, poner algún tipo de requisitos,
para que una vez ingresados al Parlamento no se desintegren.
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