El destructor de víctimas
Ricardo Sánchez Serra
Es una pena decirlo, pero el periodista Pedro Salinas con sus acciones se está convirtiendo en el principal enemigo de la sanación de las víctimas de abuso. Es comprensible que algunos se indignen pero la verdad es lo primero. Me explico mejor.
Es una pena decirlo, pero el periodista Pedro Salinas con sus acciones se está convirtiendo en el principal enemigo de la sanación de las víctimas de abuso. Es comprensible que algunos se indignen pero la verdad es lo primero. Me explico mejor.
Las autoridades del Sodalicio han reconocido su lentitud para reaccionar, los pecados cometidos y han pedido perdón a todos, especialmente a las víctimas. Pero no solamente han declarado buenas intenciones, sino que al tratarse de un problema que los excede, convocaron una comisión independiente y han acudido a Kathleen Mc Chesney, Ian Elliot y Mónica Applewhite, expertos acreditados mundialmente en investigación, sanación y prevención de abusos.
Según las declaraciones de los especialistas, la sanación de las víctimas es un proceso. Lo peor que se puede hacer es dar dinero así no más y dejar de lado la reconciliación. Si no hay escucha mutua, comprensión y perdón, la víctima sólo agudizará su dolor. Como queda claro, se trata de un proceso delicado y lento, por eso no es aconsejable perder la paciencia y quemar etapas.
Dicho esto, el señor Salinas está perjudicando a las víctimas porque vicia el ambiente exacerbando pasiones con acusaciones ligeras, generales y viscerales que polarizan al público y estimulan la indignación. Salinas no promueve el perdón sino el conflicto y eso tarde o temprano va a dañar a más de una víctima.
Pero lo más grave, es que por la desacreditación sistemática que practica, da la impresión que está manipulando las cosas para sus fines personales que parecen ser: su posicionamiento profesional, la destrucción del Sodalicio y el debilitamiento de la Iglesia Católica en el Perú. Un ejemplo de ello es la denuncia ante la fiscalía donde se acusa al Sodalicio de ser una organización criminal. Cuando los sodálites han señalado la gravedad de este hecho, Salinas ha lanzado gritos de indignación argumentando que es una acusación contra algunos sodálites y no contra la institución, pero como lo ha demostrado el abogado Claudio Cajina, eso es mentira. Para el abogado, es evidente que la denuncia está maquillada y cuando uno recorre las siguientes páginas lee literalmente lo contrario
¿Por qué la mentira?
Si lo que importa son realmente las víctimas, ¿por qué no apoyar el trabajo que viene haciendo el Sodalicio? ¿Por qué no promover el perdón? ¿Por qué la desacreditación sistemática? Quiera Dios que algunas víctimas no vuelvan a pasar por las manos de otro manipulador. Estas son algunas de las preguntas que dejo sobre el tapete para el debate. Es mi opinión.
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