Figari debe ser expulsado y
excomulgado
Ricardo
Sánchez Serra
La
institución católica Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) está recibiendo toda
clase de críticas por el accionar delictivo y pecaminoso de su fundador, Luis
Felipe Figari, que dejó el cargo de superior hace más de cinco años.
Varias
víctimas denunciaron abusos sexuales de Figari ante el Tribunal Eclesiástico,
un órgano autónomo que depende de El Vaticano –que a su vez la envió a la Congregación para los Institutos de Vida
Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la que depende el Sodalicio-
y ante el cual el cardenal Juan Luis Cipriani no tiene ninguna injerencia,
pero gente de mala fe lo pretende involucrar.
Lo
penoso de todo es que las denuncias a Figari son por hechos muy antiguos y ante
las leyes peruanas han prescrito. Por eso este sujeto no quiere venir, ni
enfrentarse a sus víctimas. Espero que el Poder Judicial pueda extraditarlo.
Las
actuales autoridades del Sodalicio lo ha declarado culpable de los abusos que se le imputan y calificado
persona no grata. Espera que El Vaticano lo saque de su cómodo retiro en
sus instalaciones de Roma. En mi opinión debe expulsarlo y excomulgarlo.
Alessandro Moroni
Llabrés, nuevo Superior General del Sodalicio ha pedido perdón a las
víctimas y ha empezado una reforma que incluye nuevos códigos. Ha contratado
expertos extranjeros, norteamericanos e irlandés, que han trabajado en
problemas de abusos en sus países.
Además él y su Consejo
Superior formaron una Comisión de Ética
para la Justicia y la Reconciliación que acaba de dar su informe, a mi parecer
incompleto, porque se queda estacionado en el tiempo al criticar los abusos de
Figari y las extremas medidas formativas de la organización. Bien la parte que
recomienda “repudio público a la conducta de Figari y la mayor sanción moral e
institucional”, resarcir a las víctimas y pedirles perdón (Moroni ya lo hizo y
señala que lo hará personalmente).
Dicha
comisión, integrada por el exvocal supremo Manuel Sánchez-Palacios
Paiva; el obispo de Lurín, Carlos García y el periodista Miguel Humberto
Aguirre, entre otros, a mi parecer habla de justicia, pero no de
reconciliación, al excederse, asimismo, en sus atribuciones, como pedir la
salida de los actuales directivos. Tampoco, mezquinamente, menciona la reforma de
Moroni.
Como señala un prestigioso
analista religioso internacional, “parte de lo que señala la referida Comisión
es correcto·, pero no reconoce que el actual Consejo Superior del SCV ha hecho
una labor de autocrítica y de reforma encomiable. Y ahora le están quitando el
piso. Ninguna institución que yo recuerde ha hecho lo que ellos han hecho.
Nadie, ni en la Iglesia, ni en la sociedad civil, ni en el Estado”.
Prosigue “la cuestión es
que la misma Comisión fue presionada mediáticamente para ser muy severa con el
SCV. Cualquier concesión positiva (aunque fuera justa) con el Sodalicio
requería mucho coraje. A nadie le conviene defenderlos. Creo que hay mucha
injusticia para con Moroni”.
1 comentario:
Por supuesto que hay muy mala leche, no sólo con Cipriani sino también contra la Iglesia Católica. Quieren que desaparezca pero no lo conseguirán porque somos más de 5 millones de peruanos que la defenderíamos hasta con nuestras vidas.
Muy buen artículo.
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