sábado, 11 de octubre de 2008

El Defensor del Pescador, más justicia para los pobres. Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 3 de Octubre de 2008

El Látigo del Rufus


Ricardo Sánchez-Serra (*)


Muchos hombres de mar afirman que Rafael Rey es el mejor ministro de Pesquería desde el general Javier Tantaleán Vanini.
Para quienes no se acuerdan de él, fue el primer ministro de Pesquería e hizo grandes obras, como el Complejo Pesquero de Paita, la construcción de cámaras frigoríficas y gran impulsor de la pesca para consumo humano.

Rey es el que más se ha preocupado por los pescadores y jubilados. Lo más reciente es la creación de la Defensoría del Pescador, que lamentablemente ha tenido poca difusión y falta de interés de muchos medios de prensa –salvo La Razón- de difundir este mecanismo que favorecerá los derechos de miles de indefensos pescadores.

Mediante un convenio entre los ministerio de la Producción y Justicia, los pescadores podrán recibir asistencia legal gratuita en materia laboral, es decir, se acabaron los abusos de los empleadores, que no les pagan lo justo, que los envían a la mar arriesgando sus vidas, sin seguros, con víveres miserables.

El Ministerio de la Producción contratará a un abogado para que efectúe la supervisión de la atención legal que se brinde a los pescadores.

Pero Rey ha ido más allá en defensa de los pescadores, porque condicionó el zarpe de las embarcaciones al cumplimiento de los aportes al fondo de jubilación de la Caja y asimismo, a la obligación por parte de los armadores de la contratación de seguros de salud y de accidentes, del otorgamiento de víveres y de adecuada ropa de trabajo necesaria para los tripulantes.

Con el defensor del pescador se acabaron las injusticias, como la que se denunció recientemente, en la que un pescador accidentado en las faenas de pesca –y no tenía seguro- lo hicieron pasar como si fuera un accidente de tránsito para que el SOAT lo cubriera y que, aparte que quedó mal, no recibió indemnización alguna.

El otro caso fue que un armador pesquero le ofreció miserias a la madre de un pescador que murió trabajando. Estos ejemplos, de los muchos que deben haber, serán materia para que el nuevo Defensor del Pescador actúe y los hombres de mar estén ahora protegidos legalmente.

Por eso, me río de aquellos que dicen que se está gobernando para los ricos.

Se ha demostrado con cifras que el nuevo reordenamiento pesquero favorece a los más débiles. Por ejemplo, si la norma de los Límites Máximos de Captura por Embarcación hubiera estado vigente desde el año 2004, las embarcaciones de madera habrían pescado más de 500 mil toneladas de anchoveta.

De otro lado, durante la administración de Rey se ha construido y puesto en funcionamiento los Desembarcaderos Pesqueros Artesanales (DPA) de Máncora (II Etapa), El Ñuro y Talara beneficiando directamente a 2,256 pescadores artesanales y se rehabilitó íntegramente los DPA de Lagunillas, Laguna Grande, El Chaco, Tambo de Mora y San Andrés, afectados por el terremoto del año pasado, en beneficio de 7,153 pescadores. Y, a través del Fondo de Desarrollo Pesquero, se otorgó nuevos préstamos a 1,011 pescadores artesanales y reestructurando las deudas a otros 1.000 pescadores.

Con respecto al consumo humano de pescado, los peruanos ya consumen 21 kilos anuales, récord en América.

1 comentario:

Angel Andres Arbañil Villar dijo...

Estimado Ricardo,lineas abjo te envio un articulo de Rafael Rey sobre nuestros amigos jubilados del mar.

Saludos

Angel Arbañil

TIENEN RAZON


Rafael Rey Rey


Los pescadores jubilados están cansados. Cansados de que los engañen. De que los maltraten. De que les ofrezcan soluciones que nunca llegan. Cansados de sufrir las consecuencias de un sistema de jubilación mal concebido y peor administrado.
En el Ministerio de Producción (PRODUCE) nos costó más de un año conseguir que el Ministerio de Economía (MEF) hiciera el cálculo actuarial que se necesitaba para conocer el hueco financiero de la Caja del Pescador y poder diseñar una solución económica y legal que terminara con el problema. La demora del MEF ocasionó que tuviéramos que tramitar, con la oposición del propio MEF, dos créditos suplementarios ante el Consejo de Ministros (CM) y luego ante el Congreso, que permitieran cancelar algunas pensiones atrasadas. Cuando el cálculo actuarial estuvo terminado, diseñamos la solución integral que incluía: un aporte extraordinario, durante 10 años, de US $ 1.95 por tonelada de pescado que los industriales transformaran en harina. Un aporte del MEF por S/. 90 millones contra el desistimiento de los 4 juicios que la CPP le había iniciado, el traslado a la ONP de los actuales jubilados y un sistema de capitalización individual para los nuevos pescadores. Los industriales aceptaron la contribución, pero se requería la participación del MEF para acordar, tanto con los pescadores como con el Congreso, la solución y los plazos. No se consiguió que el anterior ministro de Economía le diera importancia al asunto. El tiempo transcurría y la solución seguía sin concretarse. Por eso hubo que tramitar, también con la oposición del MEF, un tercer crédito suplementario que, aunque aprobado por el Consejo de Ministros, el MEF demoró más de dos meses en remitir al Congreso a pesar de la insistencia de los jubilados y de PRODUCE. Al dejar de ser ministro, la Asociación de Pescadores Jubilados me pidió que los ayudara a conseguir la solución que quedó pendiente. Acepté honrado pero sabiendo que no sería fácil. En eso estamos. Nos reunimos con el nuevo Presidente del Consejo, después con los ministros de Economía y de Producción. Hemos conseguido que el MEF designe a un funcionario para que se ocupe de este asunto. Con él nos hemos reunido con los representantes de los jubilados. Con él se ha diseñado un mecanismo que pasa por un Decreto de Urgencia que, en conjunto con lo dispuesto en el D.Leg. 1084 -que ordena el aporte extraordinario de US $ 1.95- permitirá resolver definitivamente el problema, o bien por pedir al Congreso facultades delegadas para legislar sobre este tema. Hay sin embargo dificultades. La desidia de algunos para tomar las decisiones necesarias. La falta de interés de enfrentar el problema. La escasa prioridad que le dan al tema. La idea equivocada de que el Estado no tiene ninguna culpa en la quiebra de la Caja de Pensiones del Pescador (CPP), “porque es una institución privada”. Los problemas no se solucionan solos, hay que enfrentarlos. Con sinceridad y decisión. Las soluciones nunca son fáciles. Es más cómodo retrasar las decisiones porque éstas pueden ocasionar críticas. La demagogia suele rendir frutos en el corto plazo pero los afectados terminan dándose cuenta de que los engañaron. El Congreso, el MEF y en especial el ministro de economía deben entender que parte no pequeña de la culpa de la quiebra de la CPP es del Estado y concretamente del Congreso y del MEF. Fue el Estado, a través del Congreso, el que diseñó mal el sistema de jubilación y decidió varias reorganizaciones que no sólo no resolvieron el problema sino que lo complicaron. Hoy está en la obligación moral de facilitar la solución ya diseñada otorgando las facultades que le serán solicitadas. Fue el MEF el que, incumpliendo lo que mandaba la ley que -en 1992- derogó el aporte de US $ 0.26 por tonelada que aportaban los industriales pesqueros, nunca compensó los fondos que así se perdían. Eso originó los 4 juicios contra el MEF que le originan una contingencia de más de S/. 90 millones. Los créditos suplementarios son a cuenta de ese dinero así que la oposición del MEF no tiene asidero. Pero hay más. El ministro de Economía insiste en que siendo la CPP una institución privada el Estado no debe aportarle dinero. Se equivoca. No es a la CPP a la que debe darle el dinero sino a los jubilados. Y es a ellos a los que perjudicó al no compensar lo que la ley le ordenaba compensar. ¡¡Y debió hacerlo desde 1992!!! Hoy los jubilados tienen impagas sus pensiones desde hace casi 6 meses. La solución legal tiene que contemplar un nuevo crédito suplementario que permita pagar esas pensiones de inmediato. No basta ofrecer un pago de 2 meses como algunos pretenden. Los pescadores jubilados están cansados y tienen razón. La solución definitiva del sistema de jubilación de los pescadores está diseñada. Sólo falta implementarla. Y para hacerlo sólo falta voluntad política y rapidez en las decisiones.