Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 5 de julio de 2010
El Látigo del Rufus
“Argelia es un país en gran parte por
hacer y que tiene dinero para hacerse"
Por Ricardo Sánchez-Serra*
El 5 de julio se conmemora el 48 aniversario de la independencia de Argelia, luego de ocho años de una sangrienta guerra con Francia, que dejó un millón de muertos. Desde esa fecha numerosos acontecimientos han marcado su historia, como ser líder del Movimiento No-Alineado en la década del ´70 y del Grupo de los 77, hasta ver comprometida su existencia al principio de los ´90, en una guerra civil no declarada que causó 200 mil muertos. Y su viraje a Occidente, además de destacar siempre en la independencia de su política exterior.
Durante la guerra de liberación Francia fue muy cruel con los argelinos. La tortura sistemática y generalizada fue su modus operandi, hecho que causó la repulsa internacional. A diferencia de Italia, que pidió disculpas a Libia por sus excesos en la etapa colonial y la indemnizó, Francia se niega a reconocer los crímenes de la colonización. El presidente Sarkozy sólo criticó el pasado colonial de su país en Argelia y pidió no detenerse en ese pasado y mirar al futuro. La postura arrogante francesa es rechazada por Argel, que no firmará un “Tratado de Amistad”, mientras París no pida perdón, un perdón histórico que será el inicio de la reconciliación entre argelinos y franceses.
Argelia, a diferencia de otros países árabes, tiene una democracia ejemplar. Es gobernada desde hace 11 años –en elecciones sucesivas- por Abdelaziz Bouteflika, un héroe militar de la lucha independentista y que ha llevado a su país –gracias a su programa de reconciliación nacional- a la estabilidad, al fortalecimiento de la democracia y a la modernización.
En ese camino, el poderío económico que tiene debido al gas, petróleo y otros recursos como zinc, plata, hierro, fosfatos y cobre, el gobierno lo está trasladando paulatinamente a la población. De aquí al 2012 Argelia desarrollará un ambicioso programa de inversiones por 286,000 millones de dólares en todos los ámbitos de la economía, con el objetivo que “chorree” la bonanza y eleve el nivel de vida de los habitantes. En especial, utilizando mano de obra joven, cuya tasa de desempleo es muy alta.
La mayoría de esas inversiones se utilizará en cimentar la infraestructura social, con la “construcción de dos millones de viviendas, hospitales, escuelas y centros deportivos y otro cuarenta por ciento en obras como redes ferroviarias, carreteras, puertos y aeropuertos”, como dispuso Bouteflika. Igualmente, la creación de tres nuevas ciudades, electrificación de 719 kilómetros de la red ferroviaria, implementación de tranvías y metros, seis estadios de fútbol, una gran mezquita y la renovación total de las redes de agua potable, la construcción de complejos turísticos y dos mil edificios públicos (informe del Instituto de Comercio Exterior). Como señaló el presidente del Gobierno catalán: “Argelia es un país en gran parte por hacer y que tiene dinero para hacerse".
Con respecto a la estabilidad económica, tiene un crecimiento superior al 6%, gran superávit fiscal, deuda exterior bajo control, por ejemplo en el año 2006 Argelia pagó anticipadamente toda su deuda con el Club de París, que era de 8 mil millones de dólares. Y, asimismo, estabilidad de precios e ingresos por habitante superior a la media de los países del norte de África.
El talón de Aquiles de Argelia es el turismo. Pese a ser un museo abierto de grandes culturas, hasta hace unos años sólo recibía unos 200 mil turistas anualmente. Ello en parte por la deficiencia de la infraestructura hotelera y un temor a la inseguridad debido al fundamentalismo islámico. Pero el gobierno ha diseñado el programa “Horizonte 2025”, por lo que se espera más de un millón de turistas para este año, y por otro lado, el mejoramiento hotelero, la puesta en valor de las playas mediterráneas y de otros monumentos arqueológicos, así como el turismo de aventura en el centro-sur del país.
Argelia es un bastión contra las operaciones de Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Estados Unidos y los países europeos lo reconocen. El plan de operaciones del grupo terrorista islámico es fortalecerse en el norte de Africa, para de ahí atacar a Europa. Argelia se lo impide e incluso tomó la iniciativa –y que Washington expresamente felicitó- de organizar un comité de operaciones militares conjuntas con Mauritania, Malí y Níger, para la persecución transfronteriza y a las que se han unido Burkina Faso, Libia y Chad, todos de la región del Sáhel, a la que Marruecos no fue invitado no sólo por no pertenecer a esa zona, sino porque hay desconfianza de ese país al no haber extrañamente ningún atentado en su suelo de AQMI, a la que se cree apoya.
*Periodista. Miembro de la Asociación de la Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/
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