Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 23 de julio de 2010
El Látigo del Rufus
Por Ricardo Sánchez-Serra*
Con la ventaja de 15 puntos en las encuestas el puntero no debería debatir. La candidata a la alcaldía metropolitana de Lima por Unidad Nacional-PPC, Lourdes Flores, lidera los sondeos (CPI, Ipsos Apoyo y U. Católica) más o menos con ese margen y no tiene necesidad de confrontarse con sus contendores. Puede perder más de lo que pueda ganar.
Estar, en general, primero en las encuestas es un riesgo, porque todas las baterías de sus adversarios –y la de algunos medios de difusión- se enfilan para atacarlo o criticarlo, para tratar así de bajarlo. Cuando el candidato Luis Castañeda está primero, se le recuerda la lentitud de las obras o el caso Comunicore. Cuando la candidata Keiko Fujimori, las encabeza, se le evoca los errores de su papá, a Montesinos, etc. ¿Y quién o quiénes se benefician? Los enanos o se alienta la posibilidad que surja un “outsider”.
Igual pasa en Lima, es tanta la polarización de los votantes entre Lourdes Flores y Alex Kouri, que todos los demás (los enanos) son voto perdido. En el caso que se organice un debate, debería ser naturalmente entre los dos primeros, pero lo ideal y democrático es que debatan todos los aspirantes a la silla de Nicolás de Ribera “El Viejo”.
En el primer caso, ambos candidatos deberán mostrar un plan de gobierno impactante, buena preparación intelectual, dominio de escena –televisiva- y dotes para polemizar. Las propuestas (positivo) deben primar sobre las diatribas o burlas (negativo). Mucho depende de la personalidad. Muy pocos recordarán el debate entre el candidato de la Coalición Unión Nacional-APRA ingeniero Jorge Grieve Madge y el candidato de la Alianza Acción Popular-Democracia Cristiana, doctor Luis Bedoya Reyes por la alcaldía de Lima en 1966, en el cual el “Tucán” quebró al primero (inmortalizó la frase “los técnicos se alquilan, ingeniero Grieve”) gracias a su carisma y a su verborrea, y ganó las elecciones. Grieve era un tecnócrata muy preparado y recuerdo que en mi familia decían que era un sabio, pero toda votó por Bedoya.
El segundo debate en importancia fue el del propio Bedoya con Héctor Cornejo Chávez -en las postrimerías de los ´70- que en mi concepto lo ganó el primero, pero “el gato” le endilgó el sambenito de “candidato de los ricos”, que ha perdurado por más de 30 años a los representantes del Partido Popular Cristiano.
Después vienen otros debates como el de los candidatos a la alcaldía de Lima (Amiel, Barrantes, Grados, Barnechea; Del Castillo-Bedoya-Barrantes; Andrade-Yoshiyama y Andrade-Castañeda, etc.) y los presidenciales (Vargas Llosa-Fujimori y García-Toledo). En todos los casos, siempre alguien terminó magullado. El finado Alberto Andrade reaccionó muy tarde al pedido de debatir con Castañeda, pero fueron otras las causas de su derrota, como la excesiva confianza de su triunfo y el alejamiento con los pobladores basando su campaña sólo en avisos publicitarios. Los limeños sólo lo veían por TV y ya les resultaba una persona lejana.
El segundo caso, que todos los candidatos debatan, es un pandemónium. Todos atacan al preferido de las encuestas, olvidan las propuestas y el público se olvida de ellos, como en noviembre del 2006, en el cual Castañeda no participó y ganó. Hay un vago recuerdo del “fenómeno” Jaime Salinas en el 2002, pero de los demás, nada. Todos fueron derrotados ampliamente.
Si haces una encuesta, todos quieren debates. La gente pide a gritos que se realicen y castiga con unos puntitos menos al que no quiere presentarse. Es sólo “show”, del que uno se nutre muy poco y goza maliciosamente de las pullas, diatribas y zancadillas, para complacencia, asimismo, de los medios de difusión, quienes tienen los titulares asegurados.
Además, para escuchar un debate Lourdes-Alex: “que Cataño te dijo, que tu hermano y tu primo hicieron tal cosa, que tu papá dijo otra, que la piscina, que Convial, que eres ecuatoriano, que eres soltera, que Bedoya de Vivanco, que Barrón, que vas a cobrar peaje en todo Lima, que defendiste a no sé quién, que estuviste con Montesinos”… ¡Basta! No vale la pena y “no es nutritivo” como dicen los jóvenes. El que gane las elecciones será el que cometa menos errores. Elevemos el debate sin debate.
*Periodista. Miembro de la Asociación de la Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com
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