Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 22 de marzo de 2011
El Látigo del Rufus
Por Ricardo Sánchez-Serra*
Las próximas elecciones a realizarse el 10 de abril me llevan a reflexionar sobre quién debe ser el presidente que el país necesita. Qué persona encarna valores que irradien sobre una sociedad como la peruana carente de brújula, dominada por el materialismo y el relativismo.
El mandatario es el conductor de la nación, debe tener un liderazgo moral y ser ejemplo de virtudes, ante todo honesto, resistir y combatir a la corrupción, así como rechazar las prebendas y los lobbies empresariales. Ser transparente y presentar cuentas claras. Administrar con eficiencia los recursos.
Asimismo, de familia bien constituida, capaz, que cristalice el sueño de la gente, la escuche, cumpla lo que promete. Que construya el país ideal, teniendo bien claro que esa búsqueda de la felicidad, del bien común, no se puede hacer alejada de Dios.
Debe contribuir a la paz social, a la no discriminación por razones políticas, raciales o culturales, que considere a las minorías; a la buena relación con los países vecinos y como señala el Beato Papa Juan XXIII “la paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios”.
¿Y cuál es este orden? Entre otros, el respeto a la familia. Lo contrario produce males sociales, delincuencia, desintegración de la familia y por tanto destrucción de la sociedad. Por eso, como señala el Cardenal Juan Luis Cipriani, no necesitamos que se importe modelos de otras partes, de sociedades decadentes que han aprobado el mal llamado matrimonio gay, la legalización de las drogas o el aborto. Ello no es progresismo, es retraso.
Un buen mandatario debe ser justo, que respete al ser humano sobre todo, no avasalle los otros poderes del Estado, como el Judicial y el Legislativo y honre la libertad de expresión, que son la gran tentación para tener un poder omnímodo. Es, asimismo, el primer servidor de la nación, con una gran vocación de servicio que la lleve en la sangre, magnánimo, cabal, equitativo, justo como el Rey Salomón.
Tener los atributos de la sencillez y humildad. Ser valiente para reconocer un error y rectificarlo.
Habría que preguntarle que personaje en la historia le gustaría emular. ¿Churchill? ¿Castilla? ¿Washington? ¿Stalin? ¿Piérola? ¿Cáceres? ¿Lincoln? ¿Atila? ¿Demóstenes? ¿Julio César? ¿Enrique VIII? ¿Jesús? ¿San Martín? ¿Bolívar? ¿Mao? ¿Patton? ¿Mc Carthy? ¿Mariátegui? Con ello podríamos saber hacia dónde nos encamina.
Igualmente debe inspirar confianza. ¿A cuál de los candidatos a la presidencia le darías la llave de tu casa para que la cuide? ¿A quién podrías dejarle a tus hijos para que los eduque? ¿Quién podría cuidar a tu madre anciana? Reflexiona y vota bien.
*Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/
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