lunes, 12 de octubre de 2009

Maristas, 100 años en el Perú. Publicado en El Peruano, 14 de octubre de 2009

EVANGELIZANDO Y EDUCANDO

Maristas, 100 años en el Perú

Por Ricardo Sánchez-Serra*

Hace 100 años llegaron al puerto del Callao, cinco religiosos de la Congregación de Hermanos Maristas: Gedeón, Plácido Luis, Arturo, entre otros, quienes sembraron la semilla de las obras Maristas que cubrieron costa, sierra y selva.
Con el carisma de la enseñanza, la Congregación fue fundada por San Marcelino Champagnat el 2 de enero de 1817. Le preocupaba mucho los niños y jóvenes que no accedían a la educación. Fue un gran reformador en la pedagogía de la lectura. Dice uno de sus biógrafos que “insistía en el espíritu de familia, en la benevolencia, en la devoción a María, expresada más en actos que en palabras, en el trato bondadoso a los chicos, en el espíritu de trabajo y en el ideal de educación religiosa muy profunda”.
Cuando San Marcelino muere, el 6 de junio de 1840, su organización contaba con 290 Hermanos distribuidos en 48 escuelas primarias en Francia. Hoy los Hermanos Maristas son 4000 y se encuentran en 76 países, y continúan con su pensamiento “para educar bien a los niños hay que amarlos, y amarlos a todos por igual”; “Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús”, teniendo a María, la Buena Madre, como modelo de educadora.
En el Perú crecieron rápidamente. Y como señaló el Hermano Eduardo Zamora “Y dijo Dios …” y construyeron colegios en Huánuco, Piura (Santa Rosa y San José Obrero), Tacna, una normal en Cajamarca y el colegio Cristo Rey, y un Centro de Acogida en Madre de Dios. Y en Lima se distribuyeron en Huacho (San José), Callao (San José); Miraflores (Champagnat) y San Isidro (San Isidro), hoy unidos en Surco; Barranco (San Luis), Santa Eulalia (Champagnat), San Juan de Miraflores (Manuel Ramírez Barinaga) y últimamente en Villa María del Triunfo (Santa María de los Andes). Crearon, asimismo, la Universidad Champagnat, dedicada a la formación de educadores.
Su presencia en el Perú, evangelizadora y educadora, es trascendente. Miles de jóvenes adquirieren la experiencia de la fe y se les inculca los valores, por lo que son “buenos cristianos y buenos ciudadanos”.
La única gran preocupación es que la cantidad de hermanos y las nuevas vocaciones han disminuido notablemente, por lo que instamos a los alumnos, ex alumnos maristas y en general a quienes conocen la obra de Champagnat, tengan vocación educadora y sientan el llamado de Dios, a que valientemente lo sigan e ingresen a la Congregación de Hermanos Maristas. El Perú necesita educadores de valía.

*Periodista.
Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

1 comentario:

Patricio Lynch Solo de Saldivar dijo...

Los monos como tu en peru peuden entrar a un colegio marista??? que asco si asi fuera.-