Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 21 de Octubre de 2009
El Látigo del Rufus
Se va el gran embajador Abdelkader Riame
Ricardo Sánchez Serra (*)
Luego de más de cinco años de fructífera labor, el embajador de Argelia, Abdelkader Riame, termina su misión diplomática en el Perú.
El embajador Riame fue un personaje trascendente para las relaciones bilaterales entre Argel y Lima. Estuvo permanentemente preocupado para que las relaciones tanto diplomáticas como comerciales estén en su máximo nivel.
Durante su misión, llegó en visita oficial el presidente Abdelaziz Bouteflika –quien reabrió su embajada en el Perú luego de más de 13 años- y se firmaron importantes acuerdos. Argelia como líder de la Unión Africana y de la Liga Arabe promovió la candidatura del Perú al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Además, integró el Consorcio Camisea invirtiendo 300 millones de dólares.
Durante la gestión del embajador Riame, asimismo, su país donó un millón de dólares para los damnificados del terremoto de Pisco.
Promovió, igualmente, las visitas de altos funcionarios de su país para intentar aumentar las relaciones entre nuestros países, como la visita de su canciller, del vicecanciller; el presidente de la poderosa empresa estatal Sonatrach, Mohamed Meziane; y, del influyente ex presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo OPEP y ministro de Energía y Minas, Chakib Khelil.
Desafortunadamente, las últimas prestigiosas visitas, como la de Meziane y Khelil, fueron desaprovechadas no diré por el gobierno peruano, sino por altos funcionarios del Ministerio de Energía y Minas, Petroperú y Perupetro, mediocres y ciegos que no ven más allá de sus narices, quienes minimizaron y restaron importancia a dos personalidades que venían a invertir en el Perú. Los peruanos fueron incapaces de presentar proyectos que podrían haber sido financiados por los argelinos, quienes tienen como política no sobornar.
A pesar de los esfuerzos del embajador Riame, otra inexplicable demora es -por parte de Perú- la firma del convenio de protección y promoción de inversiones entre ambas naciones, que está entrampado desde hace tres años entre ProInversión y los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores que increíblemente no lo consideran prioritario. Una dejadez (¿o ineptitud?) que deberían responder no sólo políticamente ante el presidente.
El poderoso “lobby” marroquí enquistado en la Cancillería no ha permitido que Argelia, ni la República Arabe Saharauí Democrática (RASD), tengan en el primer caso una gran relación con el Perú y en el segundo caso, que se descongelen las relaciones con la RASD, a pesar que el propio presidente Alan García prometió la reapertura de las relaciones, claudicando así en la defensa de los principios del Derecho Internacional como la libre determinación del pueblo saharaui, más aún sabiendo que el territorio del Sahara Occidental –invadido por Marruecos- continúa siendo considerado por Naciones Unidas como no autónomo y la doctrina y la práctica en materia de descolonización sigue siendo aplicable.
Es probable que el embajador Riame regrese a Argelia bastante descorazonado, pero desde esta columna, y creo también que es parecer de nuestro director Uri Ben Schmuel, le expresamos nuestra más profunda gratitud, por todo lo que hizo por el engrandecimiento de las relaciones entre los dos países, por brindarnos una amistad desinteresada, por su don de gentes. Usted, embajador Riame, fue un gran profesional, un peso pesado de la diplomacia de su país y debe estar satisfecho que hizo todo lo que pudo, contra viento y marea.
Se queda en nuestro corazón y en el del pueblo peruano.
¡Hasta luego, embajador Riame, lo recordaremos con mucho afecto!
(*) Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com
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