El Látigo del Rufus
Por Ricardo Sánchez-Serra*
El 9 de abril se realizó la elección presidencial en Argelia. El actual mandatario Abdelaziz Bouteflika se presentó por el Frente de Liberación Nacional, el Reagrupamiento Nacional Democrático (RND) y el islámico Movimiento Social por la Paz (MSP) partidos de la alianza gubernamental, para un tercer período y tuvo un arrollador triunfo electoral (los resultados preliminares arrojan que ganó con un 90.24% de los votos emitidos).
Bouteflika ganó por primera vez las elecciones presidenciales en 1999 con el 75% de los votos –puso fin a la guerra civil no declarada (1992-1999) que causó unos 200 mil muertos- y fue reelegido en el 2004, con el 86%. Esta vez sus contrincantes fueron Moussa Touati del Frente Nacional Argelino (FNA), la trotskista del Partido de los Trabajadores, Louiza Hanoune, Ali Fawzi Rebaïne del partido nacionalista AHD 54, el independiente Belaïd Mohand Oussaïd y por el movimiento Islah (partido islámico) Jahid Younsi Mohammed. Otras fuerzas opositoras predicaron el abstencionismo en las elecciones. Una misión de la Organización de las Naciones Unidas se encuentra en la capital, Argel, para monitorear los comicios. La Unión Africana ha enviado asimismo una misión de observación.
El actual jefe del Estado se presentó con el slogan “Bouteflika, esperanza compartida” y lo apoyan, además de los partidos de la alianza gubernamental, los empresarios y la mayor central sindical, la UGTA. Lo más destacado de su gobierno fue su política de seguridad y el plan de concordia nacional. Durante su período el país recuperó la paz y la estabilidad, pero aún sigue la lucha contra un minoritario grupo islámico radical (como el Salafista para la Predicación y el Combate) vinculado a Al Qaeda, que realiza ocasionales atentados suicidas.
Bouteflika es el más prestigioso líder político de la actualidad, habiendo luchado en las guerras de independencia contra Francia en la década de 1950 y principios de la de 1960. Además, durante sus años como ministro de Relaciones Exteriores encumbró a Argelia en la comunidad internacional, en la década de 1970, llegando a liderar el Movimiento No-Alineado. El presidió la Asamblea General de las Naciones Unidas, siendo elegido por unanimidad.
El líder argelino tuvo un papel preponderante en la terminación de la guerra entre Eritrea y Etiopía, y hoy contribuye activamente en la Unión Africana y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África. Bajo su mandato, su nación logró un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y participa como socio observador con voz en las cumbres del G8, el grupo exclusivo de países industrializados del mundo.
En esta oportunidad, su prioridad será los jóvenes, que representan el 58% de la población y cuya tasa de desempleo es alta. Ofreció crear 3 millones de puestos de trabajo. Igualmente continuará con su política de reconciliación nacional y mencionó la posibilidad de convocar un referéndum sobre una amnistía general para los terroristas que abandonen “total y definitivamente las armas”. Prometió invertir 10 mil millones de dólares en el sector de la agricultura en los próximos cinco años, así como la construcción de un millón de nuevas viviendas. Sus principales retos para este período son iniciar una política agresiva de industrialización del país y de captación de la inversión extranjera.
Argelia es un país del Magreb, ubicado en el norte de Africa, que va hacia la modernidad. Otrora fue socialista, líder No-Alineado y desde 1992 viró hacia Occidente. Su régimen es presidencialista, reconoce el pluripartidismo y prohíbe la conformación de partidos políticos en base a credos religiosos. Si bien mantiene una política internacional independiente, Estados Unidos de América es hoy su principal socio comercial. Argelia ha probado ser un gran amigo del Perú: promovió su candidatura al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante las naciones árabes y africanas, invirtió 300 millones de dólares en el Consorcio Camisea, donó un millón de dólares para los damnificados del terremoto de Pisco, está dispuesto a seguir invirtiendo en el Perú siempre y cuando el Ministerio de Energía y Minas o Petroperú, etc., le presenten proyectos. Por ello, es de sumo interés para los peruanos que el actual presidente Abdelaziz Bouteflika, continúe al frente del gobierno en su país.
Argelia tiene un excedente comercial de 42 mil millones de dólares durante el año 2008, dispone de 100 mil millones de dólares en reservas financieras gracias a sus exportaciones de gas y petróleo.
*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/
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