Y EN GENERACCION: http://www.generaccion.com/noticia/189760/que-espionaje-hablamos
¿De qué espionaje hablamos?
Por Ricardo Sánchez Serra*
Los países se espían unos a
otros. Algunos señalan que “no es su práctica”. Mienten. Lo gobiernos espían también
a sus partidos políticos, sindicatos, gremios importantes y personalidades de
la política, del periodismo, de la economía y de la diplomacia. Es un
procedimiento cotidiano, pero el “pecado” está cuando se les descubre, el
escándalo es imperdonable. Es un procedimiento que siempre debe condenarse.
Por más que la violación a
la intimidad esté condenada por la legislación, la seguridad del Estado y la
anticorrupción pareciera que estuvieran por encima de los derechos de la
persona. Y esto está mal. Toda privacidad debe ser respetada.
La primera gran fuente de
información son los medios de difusión y más aún en naciones democráticas con
amplia libertad de expresión. Los recortes de prensa son fundamentales para los
análisis. Ello es complementado con las conversaciones con políticos,
empresarios, militares, diplomáticos, funcionarios públicos, entre otros.
Los WikiLeaks son un
ejemplo: revelan los informes de los diplomáticos norteamericanos luego de sus
conversaciones informales con personalidades de los países en que se
encuentran, además de otros documentos.
“No confíen en los
periodistas” recomiendan los especialistas en los Media Trainings; el break o las cenas son propicios para decir lo
que uno piensa, pensando que se encuentran en el off the record. “Tampoco confíen en los diplomáticos” insinúan.
Allá los parlanchines.
Es incalificable la
traición. No concibo cómo una persona puede traicionar a su país y vender los
secretos militares o de inteligencia a otros. Al igual que la deserción, les
debe esperar el fusilamiento o la prisión perpetua. Edward Snowden o el
suboficial FAP Víctor Ariza, son muestras de traición a sus respectivos países.
Ahora Snowden llora como mujer, lo que no pudo enfrentar como hombre: “Hace
poco más de un mes tenía familia, un hogar en el paraíso, y vivía en una gran
comodidad”, dice su carta.
No debe sorprender que
hasta los aliados se espíen. El propio presidente Obama señalaba que muchos
países europeos quieren saber qué toma en el desayuno. “Debemos estipular que
cada servicio de inteligencia -no sólo nuestro-, sino que cada servicio de
inteligencia europeo o de Asia, dondequiera que haya un servicio de
inteligencia... hay un algo que van a hacer: Van a tratar de entender mejor el
mundo… Si eso no fuera así, entonces no habría ningún uso para un servicio de
inteligencia". Añade "y yo les garantizo que en las capitales
europeas, hay personas que les interesa, si no lo que yo como en el desayuno,
por lo menos mis conversaciones, cuando tengo una reunión con sus dirigentes.
Así es como funcionan los servicios de inteligencia" dijo el mandatario
norteamericano.
El diario brasileño O´Globo
ha revelado el espionaje de EE.UU a varios países latinoamericanos. ¿Hay que
escandalizarse? Las razones son militares y comerciales. ¿No lo hacen también
las naciones europeas, Rusia o China en este mercado tan competitivo? No me
horrorizo, sin embargo hay que pedirles a todos explicaciones.
*Periodista. Miembro de la
Prensa Extranjera.
Twitter: @sanchezserra
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