El Látigo del Rufus
Por Ricardo Sánchez-Serra*
Todas las noticias internacionales que he leído pretenden condenar a Israel por la intervención a la denominada “Flotilla de la Libertad”. Cabe mencionar que ni el Consejo de Seguridad ha condenado al Estado Judío.
Esa flotilla, promovida por algunas ONGs de derechos humanos, comunistas y demás esbirros, había sido advertida por Israel de la prohibición de ingresar a Gaza y que cualquier ayuda humanitaria debía ser a través de él y que incluía supervisión internacional.
El bloqueo a la Franja de Gaza, por parte de Israel, se debe a los continuos ataques de los terroristas de Hamas a ciudades israelíes. Hamás se ha apoderado de la zona y no obedece a la Autoridad Nacional Palestina, cuyo viceministro Ziad Abu Ein, mencionó recientemente que Gaza es rehén de Hamás. “Hamás ha matado a mucha gente” añadió.
Demás está señalar que debajo de la ayuda humanitaria se camufla armamento bélico y no sería la primera vez que se descubre tal contrabando. Por ello, las autoridades israelíes ofrecieron transferir esa ayuda pasando por controles de seguridad. Sin embargo, los dirigentes de la flotilla hicieron caso omiso y continuaron su rumbo, mofándose de las advertencias israelíes.
Algunos recelosos podrían dudar si efectivamente la ayuda llegue efectivamente a Gaza a través de Israel, pero no es verdad: la asistencia –unas 10 mil toneladas- ha estado llegando normal y semanalmente a través de las autoridades israelíes. Dicho socorro cuenta con vigilancia internacional, hecho que parece haber sido olvidado, una vez más, por la Cancillería peruana que en su comunicado “urge al Gobierno de Israel a permitir el libre flujo de ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Casi ni se menciona, que ante la advertencia de Israel a la flotilla de no continuar su viaje, cinco naves la acataron y sólo una, el “Marmara”, de bandera turca, opuso resistencia y luego del abordaje atacaron a los soldados israelíes y estos se defendieron, con el desenlace conocido.
Fuentes oficiales de Jerusalem señalaron que “Israel tiene pleno derecho a proteger la vida de su población civil de los ataques indiscriminados de Hamás desde la Franja de Gaza, y consecuentemente ha impuesto un bloqueo marítimo de tipo defensivo, cuyo fin es evitar el rearme clandestino de Hamas financiado por Irán. El derecho marítimo internacional señala que cuando rige un bloqueo marítimo, no está permitida la entrada de embarcaciones al área en cuestión, pudiéndose abordar pacíficamente las embarcaciones transgresoras y derivarlas a un puerto cercano”.
Decir la verdad, ante tanta carga ideológica y antisemita, es honroso. El riesgo del descrédito lo asumimos con hidalguía, porque como dice Jesús “la verdad nos hará libres”.
*Periodista. Miembro de la Asociación de la Prensa Extranjera.
Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/
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