Publicado en La Razón, de Lima-Perú, el 5 de febrero de 2014
La Haya: esperanza boliviana
contra
Chile
Ricardo
Sánchez Serra
Luego
de estudiar el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la
delimitación marítima entre Perú y Chile, el mandatario boliviano Evo Morales,
está más convencido en continuar su demanda contra Chile en La Haya porque el
resultado será muy favorable para su país.
Si
bien cada caso presentado en la corte es único (no sienta precedente para
ningún proceso), cualquier corolario puede suceder, luego que los ilustres
jueces por primera vez en la historia convalidan en el caso Perú-Chile una
frontera marítima “tácita” en un acuerdo pesquero y no como debe ser, en un
tratado limítrofe expreso, de acuerdo al Derecho Internacional. La postura correcta
fue la de la juez de Uganda, Julia Sebutinde y del vicepresidente del tribunal Bernardo Sepúlveda,
quienes demostraron su disconformidad por el proceder de la mayoría de los
jueces.
Ya el nerviosismo chileno se hace evidente:
su cónsul en La Paz, Jorge Canelas, acaba de declarar que lo mejor es el
diálogo bilateral y que se debería retomar la agenda de 13 puntos.
Por su parte, el locuaz diputado anti peruano
Jorge Tarud expresó que Chile no debe seguir aceptando que La Haya decida cómo
queda el territorio nacional, sobre todo si lo hace de forma arbitraria, que en
el caso del Perú-Chile calificó de “arbitrario y no fundado en derecho” y que
es un “precedente muy malo en torno a que cualquier país de Sudamérica que
quiera obtener un poco más de territorio, irá a La Haya y obtendrá algo”.
Recuérdese que Bolivia, tras la infausta
Guerra del Pacífico, perdió 120 mil km2 y 400 km de costa y la enclaustró.
Que la corte internacional le dé salida
soberana al mar a Bolivia, de acuerdo a su demanda de abril de 2013, lo veo muy
complicado porque el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia, fue refrendado por
los congresos respectivos. Hay documentos de la época con promesas chilenas de
darle salida al mar por territorios cautivos peruanos. Seguramente por eso se
apresuraron a convalidarlo.
Por el acuerdo Chile les construyó un
ferrocarril La Paz-Arica, además de pagarle 300 mil libras esterlinas; pero hay
cláusulas inobservadas por Santiago que les causaron perjuicio económico a
causa del incumplimiento. Nunca le dio irrestrictas facilidades de tránsito.
Además, Bolivia considera que es ilegal, porque fue "forzado e impuesto bajo amenaza".
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