España, aparta de mí esta visa - La Razón

Publicado en el diario LA RAZÓN, DE LIMA-PERÚ, el 21 de agosto de 2013

 

España, aparta de mí esta visa 

 

Por Ricardo Sánchez Serra* 

 

A muchos peruanos y al Gobierno les ha emocionado y han visto con optimismo que el presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy, haya propuesto en nombre de su país, la eliminación del visado para peruanos (y colombianos) en Europa, en el área Schengen. 

España está pagando no solo una gran deuda con el Perú, sino que también está ayudando para la decisión de Rajoy nuestro crecimiento económico y la propia crisis europea, que ha provocado una migración de sus ciudadanos hacia nuestros lares, en búsqueda de trabajo.  

 

La situación, como se ve, está cambiando. Antes los peruanos iban en multitudes al exterior. Colas de colas en los consulados de Estados Unidos, España, Italia y Francia, buscando un mejor porvenir. No digo que eso no continúe, pero ahora en menor grado. Cabe mencionar que el año pasado los consulados europeos en Lima otorgaron más de 45 mil visas para visitas de corta duración. Solo un 12% fueron rechazadas. 

 

Y falta algo muy importante: aún no se negocia el tema de las revalidaciones de los títulos universitarios. 

 

Se acaba de mencionar que durante la gestión del entonces canciller Augusto Blacker Miller (1992), se pidió a España el requerimiento de visas en las dos direcciones. Muchos han criticado esa decisión sin el conocimiento cabal del tema. Hay que rememorar, que a principios de los 90, España tenía muchos problemas internos de crímenes y asaltos supuestamente causados, entre otros, por bandas de delincuentes peruanas. En esa época no había la necesidad de visas para viajar a España.  

 

El gobierno español, para combatir ese problema social, decidió unilateralmente comenzar a devolver aviones repletos de peruanos apenas llegaban a los aeropuertos españoles. 

 

Dado que España no quería parar esa inaudita práctica, la cancillería peruana decidió reiniciar el requerimiento de visas en las dos direcciones. Es decir, para los que querían viajar a España, ayudando a asegurar que nuestros nacionales que iban allá no eran delincuentes, y de allá hacia el Perú, por una razón de clara reciprocidad y para demostrar lo equivocado de su política.   

 

En el Perú, como sucede hasta hoy, se distorsionó dicha decisión, que era provisional; sin embargo, eso sucedió hace más de 20 años y ninguno de los dos países, hasta ahora, decidió cambiar el procedimiento, lo que demuestra claramente, que en su momento no estuvo por entero mal. 

 

España está resarciendo su error. Enhorabuena. Como señala el jefe de la delegación de la Unión Europea en Lima, Hans Allden, falta que Madrid oficialice –lo hará en setiembre- su petición para que el 2014 se revise la lista de países a los que el bloque pide visa. 

 

Estoy en desacuerdo con las palabras del escritor colombiano Fernando Vallejo, que calificó de “hipocresía” la iniciativa de Rajoy y que esté feliz que “España esté quebrada”. Su rencor es odioso. Él señala que lo hace para que Perú y Colombia lo apoyen en el tema de Gibraltar. No es necesario, los dos países apoyan a España.